Una sinfonía de brujería y horror cósmico
Hay autores en el género del terror que son bastante recurrente en el mundo del cine ya sea por su visión del género o a la diversidad de monstruos, universos y miedos mundanos a los que enfrentan a sus lectores o espectadores. Desde Edgar Allan Poe, Stephen King o Clive Barker, pero ninguno llevó el temor hacia los planos mentales y cósmicos como el complejo H.P. Lovecraft, cuya personalidad misma así como sus relatos cortos o historias fantásticas han creado leyendas como Cthulhu, el Necronomicón y más junto a adaptaciones destacadas en cine como Color Out of Space (Stanley, 2019) o Re-Animator (Gordon, 1985).
Ahora, desde España y como parte de la antología The Fear Collection, de Sony Pictures y Pokeepsie Films, avalada por el productor, director y guionista Alex de la Iglesia, llega el volumen dos de la misma llamada Venus, que encuentra en Jaume Balagueró al director de orquesta para esta sinfonía de brujería y horror cósmico con esta reinvención del relato “Los sueños en la casa de la bruja”, del citado Lovecraft, otorgándole un toque siniestro que, por momentos, oscila entre el tremendo absurdo y el gore desmesurado, sacando un lado siniestro y juguetón donde podemos ver a Ester Expósito como nunca antes.
Lucía (Expósito) es una bailarina que se atreve a hacer algo impensable: robarle un cargamento de droga a sus jefes, tratando de escapar de esa vida y de las garras de esos mafiosos. Sin embargo, el escape no es tan exitoso y va a parar con su hermana Rocío (Ángela Cremonte) y su sobrina Alba (Inés Fernández), en un departamento casi abandonado de nombre Venus, un lugar que pronto relevará muchas cosas ocultas con las que los problemas mundanos de Lucía escalarán de manera inesperadamente sobrenatural. El guion, de Balagueró y Fernando Navarro, plantean una historia de supervivencia un tanto claustrofóbica que cuestionará los límites de la realidad y los peligros, inclinándose por una mezcla no tan eficiente de terror cósmico con brujería que explota demasiado tarde.
Aunque las intenciones de ambos son las de mostrar a Lucía como una marginada que tiene que buscar asilo en las periferias de Madrid, casi derruidas o abandonadas por la gentrificación, es en la cuestión de los dilemas familiares donde juega de mejor forma con su narrativa. Lucía no quiere obligaciones, busca la gran vida pero cuando debe proteger a su sobrina, le sale un lado maternal extraño al grado de desatar actos de locura y violencia desmedida con tal de protegerla. El problema es que, en medio de todo esto, los problemas mundanos de un mundo aterrizado en la realidad no encajan con el aspecto sobrenatural del relato del todo.
Algo que si hay que aplaudirle es la explotación de los espacios cerrados para desarrollar un ambiente de tensión que brinda ese toque adecuado de suspenso. Pareciera que Balagueró, como Lee Cronin en Evil Dead: El despertar (2023), encuentra en estos pasillos largos, las habitaciones cerradas o las escaleras, un lugar adecuado para explotar la paranoia de Lucía y el resto de habitantes que viven ahí o aquellos que tienen el infortunio de visitar este lugar. De alguna forma, se siente que este edificio tiene vida propia, una que vive entre las sofocantes sombras y que en cualquier momento está dispuesta a despertar.
Otro acierto, adaptado de forma interesante de la obra de Lovecraft que cabe destacarse, es la manera en que la oscuridad de sus personajes, los va consumiendo poco a poco, especialmente con el grupo de Lucía. Pero también hay personajes secundarios que, ya sea por motivos secretos o su desmedida obsesión por obtener algo, que van revelando sus caras malditas así como las consecuencias que ello trae. A pesar de ello, es la ejecución la que se siente abrupta, pues si bien existen estos dilemas interiores acerca del bien y el mal, al plasmarlos se vuelve algo disparejo que, nuevamente, afecta al balance narrativo de Venus.
Mérito aparte merece Expósito, que a pesar de las exageraciones y fallas en la narrativa, luce bastante bien en su rol de marginada sin opciones más que abrazar la maldad en sí misma, enfrentándola al horror descarnado de las responsabilidades a las que siempre huyó. La actriz de Élite muestra una faceta de scream queen eficiente y no conocida en ella, con la que sabe jugar a su manera, ya sea desde la violencia hasta lo tierno, mientras que cae en una espiral que no espera a la par de que Venus va cobrando más vida a través del misterioso horror oculto en sus cimientos.
Tristemente, esta batalla entre el bien y el mal existente en el mundo así como en nosotros mismos, tarda mucho en su desarrollo y detona de golpe en una media hora de locura con miles de revelaciones y una construcción apresurada en la que revelan todos los enigmas hasta una conclusión burda que parece no encajar en absoluto ni con la atmósfera ni las resoluciones finales de Venus, dejando esa sensación de insatisfacción entre los fans del horror.
Conclusión
Si bien también existen aires de un empoderamiento femenino generado a partir de esta disyuntiva que parece ser resaltada en la elección del título del filme, Venus cae en la simple explotación de varios tropos que le quitan fuerza a una mezcla que pudo resultar interesante, donde lo sobrenatural y lo cósmico provocan más gracia que angustia donde la mano de Alex de la Iglesia se siente muy presente pero no para bien. Aunque Balagueró es un interesante realizador que regresa al género que lo vio nacer, Venus no logra el equilibrio suficiente entre un thriller de narcos y ese terror que tanto fascinaba a Lovecraft, capaz de retorcer la mente a través de monstruos y divinidades que aquí quedan en la mera anécdota.
Sobre el autor
Ficha técnica
- Dirección: Jaume Balagueró
- Guion: Jaume Balagueró, Fernando Navarro
- Reparto: Ester Expósito, Inés Fernández, Ángela Cremonte
- Duración: 100 min.
- País: España
- Año: 2022