Muérete en casa | Entrevista con el director

La miniserie de terror está disponible de forma gratuita en YouTube

El encierro derivado de la pandemia generó ideas interesantes para los artistas y creadores de historias. Ese fue el caso del cineasta independiente de origen venezolano, Enrique R. Bencomo, quien aprovechó los momentos de reclusión en la CDMX para hacer un relato apocalíptico acerca de un virus que azota la urbe y que, después de un terremoto, se propaga de forma desmesurada, lo que ocasiona que el instinto de supervivencia y la necesidad de una luz de esperanza muestre lo mejor y peor de las personas. Esa es la premisa de Muérete en casa y en Criticinema charlamos con su realizador acerca de esta web serie independiente que ha alcanzado más de 85 mil visualizaciones en YouTube. 

Definitivamente, la pandemia fue ese punto detonante de partida para que Enrique comenzara a desarrollar esta historia en medio de las limitantes que estas medidas sanitarias ocasionaron. “Debido al encierro y la angustia, decidí buscar una manera de aprovechar el tiempo. Un día salí a la calle y vi cómo estaba de desolada la CDMX, inmediatamente me pareció una oportunidad para filmar algo. Luego de hablar con mi compañero y protagonista de esta serie, Enrique Aranguren escribí el piloto y nos atrevimos a salir para grabar esta historia”, recordó.

“Después de realizar el primer episodio y de publicarlo en las redes, Pía Sanz me escribió que le gustaría trabajar en el proyecto, esto fue perfecto porque justo buscábamos una actriz para el episodio 2. Y así comenzó con todas las personas involucradas en la serie, se unieron por conocidos o amigos de conocidos que les gustó cómo se desarrollaba el relato”, añadió.

La historia depende enteramente de tres personajes, por lo que la relación entre ellos es fundamental para el desarrollo del relato. Sin embargo, el creativo venezolano planteó algo interesante al respecto de esto. “Creo que en este caso la química se creó justo por la ausencia de la misma. Por la naturaleza del universo y de cómo se conocen los personajes, era necesario esa distancia y esa indiferencia entre ellos. Me pareció perfecto porque nadie se conocía”. 

Aunque, aparentemente, grabar en una urbe desolada por una contingencia puede ser sencilla, para el director venezolano hubo ciertos riesgos que temía encerar mientras grababa en pleno tiempo del ‘quédate en casa’. “Nuestro mayor miedo era que nos sacaran de la calle por tener que estar en aislamiento. Sin embargo, nunca pasamos un momento de estrés o incertidumbre en la calle, estaban vacías. Eso facilitó un poco el trabajo”, comentó.

Bencomo tiene ya una vasta experiencia en proyectos independientes, comenzando por su ópera prima, Atacama. “Cada proyecto es distinto y a pesar de trabajar mucho en cine independiente y tener siempre recursos muy limitados, los procesos cambian. Esa cinta fue un experimento donde teníamos para hacer 2 o 3 tomas por plano, en algunos casos 1. Con Muérete en casa teníamos mucho tiempo y cada escena y cada plano eran pensados en la preproducción con calma, esto nos dio la posibilidad de trabajar con paz, re-analizar cada plano y hacer reshoots. Eso es el aprendizaje que te deja cada uno de ellos”, afirmó.

Al ver la serie web, las influencias de otras películas o proyectos de esta índole resuenan en la mente del espectador. Al respecto, Enrique confesó algunas de las mismas para crear este relato. “Para cada proyecto que hago veo la mayor cantidad de referencias. Con Muérete en casa vi cerca de 30 películas, desde The World, The Flesh, The Devil (1959) hasta Children of Men (2006). Cada una de estas películas aportaba algo, el qué no hacer, movimientos de cámara, tono y todo tipo de ideas sobre el universo que creamos”.

Uno de los conceptos con los que la serie juega es el de la soledad, algo que afecta las relaciones humanas de los protagonistas, fungiendo como un reflejo de lo que muchos vivimos durante la pandemia. Sin embargo, Bencomo lo tomó de forma optimista, como una oportunidad. “Para mí, y creo que para muchos, ese momento fue una oportunidad de libertad creativa donde teníamos el tiempo para adelantar los proyectos personales. Siempre he sido un lobo solitario y en realidad en mí no cambió tanto mi condición humana, sino solo el tener un espacio para crear, sin contaminación de todo el trabajo. Hay que aprovechar las oportunidades no esperar un golpe de suerte, la suerte es cuando la preparación y la oportunidad se encuentran”, reflexionó. 

Un aspecto técnico muy destacado de la serie es el diseño sonoro, una de las áreas de la realización cinematográfica en la que Enrique se especializa. “En el género de terror el sonido es clave, es lo que crea la incertidumbre y el suspenso necesario para atrapar a la audiencia. Sabíamos que, al tener personajes solitarios, no podía tener mucho diálogo, había que crear esa atmósfera de ansiedad, que creo que fue muy influenciada al ver tantas referencias”, declaró. 

Volviendo al tema del ser un creador independiente, el realizador habló de los pros, contras y aprendizajes que este tipo de proyectos le han traído. “Independientemente del presupuesto, aprendí mucho esta vez porque nunca había hecho este género. Tuvimos muchos retos, sobre todo con encontrar las locaciones necesarias para contar esta historia pero a la vez desarrollé habilidades para convertir locaciones o negociar, persuadir y poder filmar en estas locaciones”.

“Un artista se nutre de todo lo que vive y hace, en especial cuando trabajas en distintos formatos. Esto te da la habilidad de aprender de sitios distintos y creo que eso es lo que hace a un artista bueno, poder filmar documental y ficción, hacer un corto pero también una serie, todo se nutre entre sí”, señaló. 

Finalmente, Enrique R. Bencomo nos dio un tip que él aplicaría para sobrevivir dentro de un futuro desolado como el de Muérete en casa. “Siempre hay que revisar bien un hogar antes de bajar la guardia”, concluyó. 

La miniserie pueden verse de forma gratuita a través de YouTube.

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