Monstruos – 69ª Muestra Internacional de Cine

El truco es seguir respirando

¿Qué es lo que hace que una pareja que ya carece de romance y atracción sexual siga junta durante tantos años? Esta puede ser la pregunta medular que muchos se han formulado en algún momento de sus vidas. La pregunta podría ser parcialmente respondida en la ópera prima del director rumano Marius Olteanu, que además se desempeña como guionista en su primer largometraje.

En esta cinta dividida, de forma impecable, en tres partes, conocemos a Dana (Judith State) y Arthur (Cristian Popa) un matrimonio joven con apenas 10 años de experiencia las cuales se sienten como toda una eternidad. Cada uno enfrenta demonios internos que en conjunto, logran formar algo más trágico.

Sin necesidad de recurrir al melodrama o la exaltación de las emociones, este filme consigue transmitirnos la verdadera melancolía en la que están sumergidos los personajes, a cada uno le falta algo, pero no sabe cómo decirlo con palabras, así que la mejor forma que tienen para transmitirlo es por medio de miradas sutiles o su lenguaje corporal y esto se debe en gran parte a la magnífica interpretación que entregan ambos actores.

Lo más destacable de la obra de Olteanu es el significado que le otorga a los encuadres tan cerrados de 1:1 que emplea durante más de la mitad de la cinta, que para el final se ensanchan o se achican cuando el momento lo amerita.

Al ser esta es una cinta contemplativa con mucha carga simbólica en los encuadres, las miradas y los diálogos, se pierden muchos detalles si el espectador se desespera con la lentitud que emplea el filme para desarrollarse, pero para aquellos que logran quedarse atrapados por la atmósfera de misterio que crea Oltenau, al final no quedarán decepcionados.

Conclusión

Monstruos es una cinta sobre cómo a veces el amor romántico no triunfa pero sí el gran cariño que se puede tener por una persona que ha estado durante tanto tiempo a nuestro lado, pero que al final se vuelve cada vez más agotador fingir que todavía existe algo que los pueda unir. El filme de índole naturalista nos muestra la monotonía asfixiante que rodea a una pareja que ya no siente atracción sexual y se vuelve monstruoso y a la vez doloroso ver cómo la costumbre es más fuerte que el amor mismo.

Los diálogos, aunque pocos, también consiguen darnos signos de que a la fecha la sociedad europea y sigue siendo una de las más conservadoras y tradicionalistas de este tiempo con su aversión por los gitanos, la homosexualidad y la maternidad no deseada. En retrospectiva, Monstruos puede proporcionar una mirada cruel de lo que es vivir un matrimonio sin amor y que el mejor truco para seguir adelante es seguir respirando.

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