La audición

La música a través de los excesos emocionales

Un salón lleno de atentos ojos, potenciales músicos de la rama clásica, violines, chelos y otros instrumentos en escena, componen una audición que tendrá múltiples capítulos. La rebeldía encarnada por una talentosa y bastante complicada profesora al enfrentar a sus colegas que se niegan a aceptar a un introvertido talento que es juzgado sobre todo por su “técnica poco ortodoxa”.

La docente, tras su lucha, consigue un nuevo pupilo que traerá consigo una serie de desafíos tanto para los métodos que ella emplea como para su propia vida. La entrada a la palestra del tímido Alexandre hará que Anna se cuestione sobre sus propias capacidades, su matrimonio, la relación con su obstinado hijo Jonas y, más importante, que la música tiene sus propios caminos.

Ina Weisse regresa a la dirección con una interesante premisa, acompañada de una fotografía pulcra y una selección de composiciones que logran transmitir todas las emociones propias del ambiente competitivo musical, así como de las repercusiones emocionales de sus intérpretes e incluso fabricantes.

Un guión que se desdibuja por momentos, presenta un comienzo que engancha pero que a la mitad se se deslinda de su premisa para abordar la vida personal de Anna, siempre relacionada con la música tanto en el pasado cuando fue una promesa del violín como en su presente, con el joven Alexandre como prueba para sus métodos de enseñanza, reflejo de su inseguridad juvenil nunca solucionada.

Ritmo determinado por una montaña rusa que va de curvas de una amabilidad y positividad deslumbrantes a un pesimismo inevitable pero congruente. Este último determina gran parte de los giros presentes en la trama, siendo el último de todos el más impactante y a la vez, el detonante para un final que se siente apresurado, con un sabor agridulce que no termina por convencer.

El ritmo se vuelve más ligero cuando las escenas están relacionadas directamente a la preparación para la audición. En ellas, toman mayor sentido todo lo externo, algo similar a lo que se puede observar en Whiplash pero sin esa adrenalina que tanto equilibrio le dio a la cinta de Chazelle. La falta de intensidad en esos momentos de mayor tensión, no permiten que la película pueda destacar como debería y queda como una propuesta interesante pero sin ir más allá.

Conclusión

La Audición presenta una idea llamativa que al transcurrir la trama se desvía en otras líneas que aunque nada despreciables, no llegan a la expectativa de la premisa base. Visualmente bella y con una música que hace que el espectador disfrute de la delicadeza de los instrumentos, esta cinta alemana resulta en una opción diferente para este encierro y que, pese a sus defectos, encontrará la manera de conectar con el espectador.

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