Una juventud perdida en la violencia
En un mundo cada vez más polarizado de opiniones y posturas, está claro que la violencia en los jóvenes es un patrón que crece al inclinarse por la vida criminal ya sea por la falta de dinero, oportunidades o porque simplemente nacieron y crecieron rodeados de este ambiente como si fuera lo más natural en la vida.
En el cine, hemos visto ejemplos de ello desde la historia de las favelas brasileñas a través de la mirada de un niño que se convierte en adolescente y es arrastrado por esta ola violenta en Ciudad de Dios (Meirelles, 2002) o en la mirada de Roberto Saviano acerca de la infame Camorra napolitana que marca la vida de los habitantes de este pueblo italiano en Gomorra (Garrone, 2008).
Siguiendo estos pasos, el director Claudio Giovanesi adapta otro texto de Saviano para hacer Pirañas: Los Niños de la Camorra y mostrarnos de nueva cuenta cómo este problema de la Camorra puede ser algo muy local pero es el amargo reflejo de una realidad que azota no sólo a Italia y está zona sino a varios lugares en el mundo donde la juventud parece perderse en el camino de la violencia.
La cinta nos presenta la historia de Nicola (Francesco Di Napoli), un joven que busca una nueva oportunidad para crecer y salir de la precaria situación en la que vive con su madre y hermano. El problema es que la única salida a ese dilema es aceptar un trabajo dentro de la Camorra. Así, este muchacho y su grupo de amigos se van sumergiendo poco a poco en este submundo de la mafia que los llevará por una senda de violencia, poder, ambición y peleas territoriales con un funesto final.
Saviano, autor del libro en que se basa el relato, es un escritor que ha declarado su crítica y postura en contra de la mafia italiana, especialmente la napolitana, algo que le ha valido ser perseguido por la misma. Es por la crudeza en sus relatos y retratar la cruda realidad de la situación en Italia que estos problemas le han llovido.
Como en sus anteriores textos, que también han sido adaptados a cine y televisión (Zero Zero Zero, Gomorra en ambas), en Pirañas no se tienta el corazón y une su visión a la de Giovanesi para mostrar la crudeza de este submundo criminal que parece ir carcomiendo a la sociedad italiana desde dentro en un ciclo sin fin de violencia, armas, drogas e impunidad tremendas.
El realizador italiano tiene una manera particular de mostrarnos tras el lente a este mundo de jóvenes napolitanos que se ven orillados a tomar la decisión de formar parte de esta Camorra. Gracias a la fotografía de Daniele Ciprì, con esos tonos amarillos constantes, nos muestran esta cara de Nápoles que contagia una sensación de miedo, de pobreza, de un lugar en el que no quieres estar pero del cual tampoco puedes salir.
Es tal vez en ese apartado donde Pirañas resalta más, donde ese ejercicio estilístico se combina de manera perfecta con la forma de vestir, hablar y actuar de esta juventud perdida en esta ola de criminalidad a la que tanto critica Saviano en sus textos. Ante nosotros vemos ese cambio, de la pobreza y el sometimiento al ser rico y poderoso a costa de otros, algo que se refleja en el vestuario sin dejar de lado ese duro contraste entre estos lujos y la dura batalla que los pobladores enfrentan ante este dilema.
Sin embargo es en el guión donde la cinta encuentra algunas de sus fallas, ya que mas allá de demostrar ese círculo vicioso en el que se ven sumergidos estos jóvenes donde prácticamente la decisión es matar o ser asesinado, el relato cae en los convencionalismos del cine de mafia y gangsters, incluyendo un par de subtramas, una romántica, que no acaba de funcionar del todo y le quita fuerza al discurso principal.
Las actuaciones son buenas y reflejan la realidad de la juventud napolitana. Caso curioso es que el protagonista, Nicola, no es un actor profesional y fue visto por el director mientras trabajaba en una panadería pero su perfil era el correcto para el papel. Su personaje es quien lleva el peso de la cinta y en el que vemos ese toma y daca de seguir el camino del crimen o querer salir para siempre, mostrando al final la amarga decisión que lo llevará a su destino.
Conclusión
Pirañas muestra de nueva cuenta ese problema de la juventud napolitana, aquella que pareciera no encontrar una salida de la mafia y que genera un ciclo de nunca acabar, regalándonos un final similar al de El Infierno (Estrada, 2010), donde la esperanza de romper este nido de violencia se esfuma ante la posibilidad de una juventud que cada vez resulta más perdida en la violencia, algo que tristemente resulta ser un tema que trasciende las fronteras.
Sobre el autor
Ficha Técnica
- Título original: La paranza dei bambini
- Dirección: Claudio Giovannesi
- Guion: Claudio Giovannesi, Roberto Saviano, Maurizio Braucci. Basado en la novela de Roberto Saviano
- Reparto: Francesco Di Napoli, Viviana Aprea, Mattia Piano Del Balzo
- Fotografía: Daniele Ciprì
- Duración: 105 min.
- País: Italia
- Año: 2019