La nostálgica obra final de un artista
Hablar de la vida y obra de un determinado artista puede ser complicado, más si es un hombre como Héctor Babenco, director nacido en Argentina pero naturalizado brasileño cuyo mayor propósito en sus creaciones fue el poder contar historias donde el contenido fuera interesante más allá de la opinión de la prensa o el público.
Babenco llamó la atención del mundo con su cuarto largometraje, Pixote (1981), cinta donde mostraba los problemas de la pobreza en la sociedad brasileña enfocándose en la vida de un joven muchacho de las calles de Sao Paulo, el Pixote del título, quien sobrevive en este submundo involucrándose en asuntos de prostitución, drogas y violencia.
Después de adquirir una nominación al Globo de Oro por esta cinta, sería cuatro años después donde la adaptación de la novela de Manuel Puig, El Beso de la Mujer Araña (1985), lo consagrara en el ámbito del cine mundial, consiguiendo 4 nominaciones al Óscar y cob su protagonista, William Hurt, llevándose el premio por Mejor Actuación Masculina por ese estupendo papel como Molina.
De ahí su trayectoria lo llevaría por diversas experiencias y temáticas incluso en el aspecto personal ya que Babenco se enfrentaría a un cáncer linfático que casi terminaría con si vida y su pasión por contar historias. Sin embargo, sobreviviría casi dos décadas más, hasta que en el 2015 filmó su última obra, un relato casi autobiográfico muy peculiar en su estilo y forma en Mi Último Amigo.
Contextualizar la vida y obra de Babenco para hablar de su último filme resulta importante, ya que este director hace una catarsis al relatarnos sus batallas, su particular manera de ser y llevar su vida mediante el recurso que mejor se le daba: el de contar historias. Es así que lo primero que anuncia Babenco en Mi Último Amigo es justo eso, que la cinta está inspirada en su experiencia de vida y esta es su manera de contarla como la recuerda.
Así, Willem Dafoe se mete en la piel del director de cine, Diego Fairman, la representación de Babenco en este relato. Arrogante, de carácter tempestuoso, Diego descubre que se encuentra al borde de la muerte. Esto comienza a afectar las relaciones que tiene con amigos y seres queridos enfrentándolos ante la posibilidad de su inevitable muerte o de sobrevivir.
Este viaje comienza de esa forma, donde comenzamos a ver esta retrospectiva acerca de la vida de Diego y nos va llevando por momentos casi surreales o mágicos donde vemos a la muerte y la vida representada de cierta forma en las ensoñaciones de la memoria de Babenco. Pero es cuando conoce a un niño hindú de igual manera enfermo como él que su perspectiva cambia para mostrarnos el poder de narrar hisrorias.
La película final de Babenco funciona como un testamento no sólo a su vida sino a la complejidad de su arte y sus influencias, un canto cinéfilo hecho para amantes del cine pero sobre todo de su carrera donde podemos ver alusiones a obras suyas o inclusive a sus grandes influencias dramáticas y musicales. Ver a Diego tener un juego de ajedrez con la muerte o un número musical que involucra la cancion de Cantando Bajo la Lluvia son solo algunos de esos guiños que los amantes del cine pueden apreciar.
En cuanto a los aspectos técnicos de la cinta, Babenco utiliza muy bien los recursos estilísticos como la fotografía, donde los colores juegan un papel importante llevándonos por este viaje retrospectivo muy emocional. En cuanto a las actuaciones, Defoe demuestra una vez más porqué es uno de los mejores actores de su generación que a veces carece del reconocimiento merecido sin que esto le afecte, ya que hace de Diego esa buena extensión de dolor, enojo, sufrimiento y amor a la que Babenco remite constantemente en su cinta.
Conclusión
Si bien el ritmo del filme resulta un tanto lento, esta obra de despedida de Babenco resulta ser el proyecto más personal de su vida por obvias razones, logrando un relato lleno de diversas emociones y de cómo este artista lidió con ellas. Es así como Mi Ultimo Amigo resulta ser una experiencia más emocional con una estructura llena de simbolismos y referencias que lo mismo pueden provocar empatia como rechazo pero no resulta indiferente.
Este adiós de Babenco es una nostálgica obra final que definitivamente no es para todo público, una arriesgada visión de un cineasta que, después de su muerte en julio de 2016, deja un legado detrás tan importante para el cine mundial asi como para el brasileño donde la importancia de contar una historia y del impacto que la misma puede tener en uno resulta trascendental.
Sobre el autor
Ficha Técnica
- Director: Hector Babenco
- Guion: Hector Babenco
- Elenco: Willem Dafoe, Maria Fernanda Cândido, Reynaldo Gianecchini