Elisabeth Moss as Cecilia Kass in The Invisible Man, written and directed by Leigh Whannell.

El hombre invisible

La reinvención de un monstruo clásico

Hace unos años, Universal Studios tuvo una idea que no sonaba mal: hacer su propio universo de monstruos clásicos. Usando las historias de Drácula, Frankenstein, El Hombre Lobo, Jekyll y Hyde y el Hombre Invisible, pensaba montar en cines un Dark Universe que ligara a todos en un ambicioso proyecto. Actores como Johnny Depp, Javier Bardem, Tom Cruise y Russell Crowe serían claves para ello.

Sin embargo, después de que la cinta que abriría paso a todo este universo oscuro, La Momia (Kurtzman, 2017) fuera un fracaso rotundo gracias a una pésima historia y un enfoque que jamás se sintió como de terror, el monstruoso universo encontró su final siendo apenas un bebé recién nacido.

Es asi que ocurrió un cambio de timón inesperado cuando Jason Blum y su casa productora Blumhouse entró al quite para revitalizar la idea de seguir haciendo filmes de estos monstruos clásicos pero con más libertad, con directores que tuvieran una idea interesante para traerlos a la actualidad y que no necesariamente tuvieran que ligarse unos con otros. De ahí que Leigh Whannell alzara la mano con su propuesta para hacer una nueva versión del Hombre Invisible dándole unos cuantos giros.

Puede que esta nueva versión le resulte poco fiel al material fuente

San Francisco, en un futuro no muy lejano. Cecilia (Elisabeth Moss), una chica que trata de huir de su pasado con un violento ex llamado Adrian (Oliver Jackson-Cohen) recibe una fortuna después de la inusitada muerte del mismo. Cuando las cosas parecen ir tomando forma, los eventos alrededor de Cecilia se complican, dando la impresión de que está siendo acosada por algo o alguien que nadie puede ver.

La gran virtud de Whannell es tomar un texto clásico como lo es el de H. G. Wells, donde la temática era la locura de un hombre al sentirse con las capacidades de un dios, para reinventarlo en un relato trascendental para la época actual donde el «monstruo» y sus motivaciones representan el problema de una masculinidad tóxica asi como un machismo opresor sin caer en el dilema de ser políticamente correcto.

Y es que uno de los más grandes problemas ha sido últimamente ese, el representar a la mujer sin caer en radicalizaciones banales (Negra Navidad, Takal, 2019) o en la forzada inclusión con historias malas (Los Angeles de Charlie, Banks, 2019). Aqui, el director equilibra la balanza para mostrarnos a una mujer que poco a poco se emancipa y enfrenta ese miedo y opresión con el gran extra de hacerlo como un efectivo thriller con tintes de ciencia ficción.

Universal Pictures

Otro de los grandes aciertos es, sin duda, Elisabeth Moss, cuyo rol de Cecilia le cae como anillo al dedo dado sus antecedentes en proyectos como Mad Men (2007-2015) o The Handmaid’s Tale (2017-), donde su personaje lucha también en contra de una masculinidad tóxica. En la cinta de Whannell, se convierte en el alma de la misma al mostrarnos esas diferentes etapas por las que pasa en esta relación/persecución, un enfrentamiento constante que la lleva a un descenso de locura provocado pero que nadie más percibe. El aislamiento, las presunciones, el miedo, todo ello lo transmite de buena forma.

Aunado a ello, tenemos a su hermana Harriet (Emily Kass) que funciona como buena contraparte de lo que vive Cecilia, ademas de James (Aldis Hodge), un fiel amigo y padre soltero que apoya a Cecilia, junto a su hija Sydney (Storn Reid), incluso un personaje como el de Tom (Michael Dorman), hermano menor de Adrian que parece tener su propia agenda. Todo este cast se complementa muy bien alrededor del thriller emancipador que estamos viendo.

La estética de Whannell luce muy similar a lo que realizó en Upgrade (2018), donde si bien el futuro cercano nos alcanza se siente tremendamente actual gracias a su ambientación con aires modernos pero actuales. Eso, aunado a una paleta de colores interesante donde destaca el uso del blanco para «mostrarnos» los actos de este peculiar villano reinventado así como los recovecos de luz en ambientes oscuros que nos muestran justo lo que tenemos que ver (o no ver) para aumentar la tensión, funcionan muy bien.

Whannell hace una nueva versión del Hombre Invisible dándole unos cuantos giros

La música de Benjamin Wallfisch destaca también para crear una atmósfera de suspenso que ayuda incluso a provocar un par de sustos/sorpresas que no se esperan, mostrando la experiencia adquirida al componer para otras cintas del género como Cuando las Luces de Apagan (Sandbeg, 2016), el diptico de Eso (Muschetti, 2017 y 2019) o Anabelle: La Creación (Sandberg, 2017), siendo un estupendo acompañante para la angustiante historia de Cecilia.

Nada de esto funcionaria sin un guión que, si bien no es perfecto, se enfoca en guardar al monstruo detrás de las cortinas y mostrarlo hasta el acto donde es necesario. Este truco clásico le funciona a Whannell, que sabe cuando detonar la situación a pesar de que puede sentirse un tanto alargada esa conclusión. Ahí, los efectos visuales y algunos errores en continuidad le juegan una mala pasada al director pero que no influyen del todo con la idea final.

Para algunos puristas de la obra de Wells o de la cinta clásica de 1933, puede que esta nueva versión le resulte poco fiel al material fuente. Sin embargo, es de apreciarse que el riesgo que corre Whannell le rinde créditos al final al mostrar un relato contemporáneo que además revitaliza al personaje del Hombre Invisible y presenta una gran protagonista en Cecilia. Incluso se da el lujo de hacer un par de guiños al personaje clásico y su apariencia con vendas o el traje de tweed que portaba la versión de Whale.

Trailer de El hombre invisible

Es así como El Hombre Invisible resulta ser una propuesta interesante, actual que pone temas como la masculinidad tóxica y el machismo en la mesa, haciéndonos ver a través de un monstruo clásico que los que dan más miedo no son necesariamente los de ficción sino los que nos rodean en forma de atemorizantes figuras que oprimen, subyugan y provocan miedo entre nosotros.

Conclusión

Esta reinvención de un clásico resulta ser un efectivo thriller que lastimosamente pone el dedo en la llaga de situaciones que son tan reales en la sociedad actual, haciendo que esta pieza de Leigh Whannell, si bien no es perfecta, sea trascendental por el contexto en el que se vive.

Sobre el autor

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Ficha Técnica

  • Director: Leigh Whannell
  • Guion: Leigh Whannell
  • Reparto: Elisabeth Moss, Oliver Jackson-Cohen, Harriet Dyer