Wicked – Reseña

Un musical que desafía la gravedad… y el cine

El verde y el rosa están más vivos que nunca en esta adaptación cinematográfica del aclamado musical Wicked. Con Cynthia Erivo y Ariana Grande al frente, la historia de las Brujas de Oz llega para desafiar la gravedad y, por supuesto, las expectativas de los fans.

¿Qué hay detrás de una bruja malvada?

Para muchos, la palabra Wicked puede ser nueva, pero pocos olvidan a la temible Bruja Verde que hizo lo imposible por frenar a Dorothy en El Mago de Oz (1939). Sin embargo, ¿qué sabemos realmente de su origen?

En 1995, Gregory Maguire reimaginó el clásico de L. Frank Baum en la novela «Wicked: Memorias de una Bruja Mala». Inspirado por eventos como la Guerra del Golfo y la violencia social, Maguire exploró preguntas universales: ¿el mal nace o se crea? ¿Qué hay detrás de quienes son etiquetados como villanos? Así nació Elphaba, la Bruja Verde, cuyo nombre homenajea al creador de Oz, L. Frank Baum.

Esta historia no tardó en conquistar al teatro. En 2003, Stephen Schwartz y Winnie Holzman la adaptaron al musical de Broadway que, a pesar de críticas mixtas iniciales, se convirtió en un fenómeno cultural.

Del escenario a la gran pantalla

La transición de Wicked al cine no fue sencilla. Desde 2004, Universal Studios discutió la adaptación hasta que en 2021, John M. Chu, conocido por In the Heights, tomó las riendas. Con Cynthia Erivo como Elphaba y Ariana Grande como Glinda, la expectativa era enorme, especialmente al tratarse de una producción dividida en dos partes y teniendo como antecesor el aclamado musical.

En esta primera entrega, antes de la llegada de Dorothy a Oz, narra el inicio de la amistad entre Elphaba Thropp, una chica incomprendida de piel verde, y Glinda Upland, la popular, carismática y algo vanidosa aspirante a hechicería durante sus años en la Universidad de Shiz. Este vínculo, tan improbable como entrañable, es el corazón de la historia. La amistad entre ambas se ve puesta a prueba después de un encuentro con el Maravilloso Mago de Oz en donde la decisión que tome cada una impactará en sus destinos como Glinda la Buena y la Malvada Bruja del Oeste.

Lo que brilla y lo que no

Wicked deslumbra gracias a su elenco femenino. Grande destaca por la fuerza cómica de su interpretación sin perder la elegancia y porte de Glinda, mientras que Erivo transmite con maestría la vulnerabilidad y fortaleza de Elphaba. Juntas logran una química impresionante, apoyadas por voces extraordinarias que brillan aún máscon la decisión de grabar las canciones en vivo y con mínimos arreglos en post-producción.

También destacan las actuaciones de Michelle Yeoh (Madame Morrible) y JeffGoldblum (El Mago) que aportan profundidad y matices que enriquecen la trama, especialmente Yeoh con su tenebrosa y misteriosa Madame Morrible.

Sin embargo, algunos aspectos técnicos no logran estar a la altura. La fotografía carece de la saturación vibrante que caracterizó al clásico de 1939 y al musical, lo que resta un poco de magia visual al igual que el uso de algunos efectos CGI que rompen un poco con la ilusión de la historia. Además, ciertos conflictos en la narrativa se abren y cierran rápidamente, dejando cabos sueltos simplificando de alguna forma el punto central de la historia y provoca cuestionamientos sobre si es necesaria una segunda parte.

A pesar de sus tropiezos, “Wicked” parte uno logra capturar la esencia del musical y presentar un espectáculo que combina emoción, música y actuaciones memorables. Para los fans, esta entrega será un deleite; para los nuevos espectadores, una invitación a descubrir un mundo lleno de color, amistad y determinación para ser uno mismo.

La magia de Oz apenas comienza. ¿Estás listo para seguir el camino amarillo?

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