Unidos

Distanciada de otras películas de Pixar

No es ningún secreto que la clave narrativa para las películas de Pixar son los sentimientos. El popular estudio de animación ha personificado a objetos y criaturas desprovistos de emociones: juguetes, insectos, monstruos, peces, autos, ratas, muertos e incluso, a los mismos sentimientos. Ahora, le tocó el turno a la criaturas fantásticas, concepto que se ve un poco repetitivo en el historial de Pixar si recordamos la película Monsters Inc (2001).

Ambientado en una coalición entre dos mundos, el mágico y el suburbano, Unidos nos cuenta la historia de dos hermanos elfos adolescentes, Ian y Barley. Cuando Ian cumple 16 años, su madre les da a ambos un bastón mágico que su padre les heredó, impulsados por el deseo de conocerlo –puesto que este murió cuando los dos aún eran muy jóvenes–, emplean un hechizo que les trae a su difunto padre de vuelta, o al menos sus piernas. Así, los hermanos Lightfoot emprenden un viaje en la búsqueda de regresar el cuerpo completo de su padre y tener la oportunidad de convivir con él. Dicha excursión los pondrá en contacto con la magia que se ha perdido a causa de la expansión tecnológica –irónica crítica al capitalismo viniendo de Disney– y también para conocerse mejor entre ellos y así mismos.

Para desarrollar la historia, el director de la cinta, Dan Scanlon –quien también dirigió Monsters University–, se basó en su propia historia, pues al igual que los protagonistas; su padre falleció cuando él era todavía muy chico. Scanlon transfiere sus propias inseguridades y anhelos en el personaje de Ian, quien resiente la falta de una figura paterna que lo guíe, ya que se encuentra en una etapa de su vida  en la que desea descubrir quién es y de qué es capaz.

Los puntos fuertes de las película son el sentido de aventura y de fraternidad, ya que la adrenalina de los obstáculos por los que atraviesan los protagonistas para alcanzar su objetivo logra transmitirse exitosamente de la pantalla al espectador, pues por momentos logran mantener al público al filo del asiento. Aunque la dinámica entre los hermanos Lightfoot no alcanza a ser tan entrañable a comparación de otros dúos de Pixar –como Woody y Buzz (Toy Story) o Sully y Mike (Monsters Inc)–, si es lo suficientemente efectiva para mantener entretenida a la audiencia.

Mucha de la publicidad de esta cinta ha girado en torno a la participación de un personaje gay, tratándose de una cíclope llamada Specter, cuya actuación de doblaje corrió a cargo de la actriz Lena Waithe –actriz estadounidense abiertamente lesbiana–. Es cierto que el personaje dice su orientación sexual directamente y sin filtros, lo cual se agradece, ya que muchos personajes etiquetados como queer se quedan únicamente en la especulación.

No obstante, a diferencia de lo que muchos medios de comunicación han hecho creer, la participación del papel encarnado por Waithe es mínima –por no decir irrelevante– dentro de la trama. Los titulares se han referido a esto como un gran paso dentro de la animación moderna, y aunque si se trata de la primer figura LGBT dentro del canon de Pixar, hay otros casos de inclusión dentro de la animación contemporánea con participaciones mucho más trascendentes, por ejemplo; Garnet y Perla de la serie animada Steven Universe (2013-2019) para Cartoon Network. También está el caso de Pleakley en Lilo & Stitch (2002), que practica el arte del transformismo sin tapujos. Nadie le gana a esa reina drag intergaláctica.

Los puntos débiles de la cinta son la construcción narrativa de los papeles secundarios y su conclusión. Fuera de Ian y Barley, nunca llegamos a intimar lo suficiente con el resto de los personajes como para enlazarnos emocionalmente con ellos, y dudo que logren sobrevivir el paso del tiempo para ser recordados por la audiencia infantil y adulta. La premisa principal de la película termina viéndose ofuscado para el momento del desenlace, aunque logra palpar el lado sensible del corazón, termina con un nuevo argumento que es introducido a la trama minutos antes de que los protagonistas lleguen a la resolución del conflicto.

Conclusión

El título de la película, “Unidos”, resulta acertado, no tanto por la relación entre los  protagonistas interpretados por Tom Holland y Chris Pratt, sino porque el filme resulta ser un licuado de distintas fórmulas previamente utilizadas en otras cintas y series –Los pitufos, El señor de los anillos, Monsters University, e incluso un poco de Cenicienta–. Un batidillo en el que no todos sus ingredientes funcionan a la perfección, pero el sabor termina siendo entretenido y conmovedor por momentos. Al final del día es una película para niños, entonces termina cumpliendo su misión de amenizar el rato, además; ahora está de moda reciclar cosas que ya se han usado antes, ¿no?

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