Modernizando el trágico mito del amor y las ninfas acuáticas
Uno de los directores más interesantes de Alemania en los últimos años sin duda es Christian Petzold, realizador que se ha distinguido por hacer dramas con diferentes enfoques y propuestas que usualmente coquetea de manera correcta con el thriller, mismas que han sido del agrado tanto de la crítica como del público.
Aunque siempre ha tenido talento detrás de la cámara, fue en sus dos anteriores obras, Phoenix, del año 2015, donde su musa de largo tiempo, Nina Hoss, interpreta a una sobreviviente del Holocausto enfrentado a los fantasmas del pasado y sus consecuencias; y posteriormente En Tránsito, en el 2018, donde un romance se combina con un thriller policíaco en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, las cintas que lo colocaron en el punto más alto de su carrera.
Petzold regresa ahora con la visión moderna de un relato clásico con Undine (Paula Beer), una ninfa de agua que, según la leyenda, se convierte en humana para poder estar con el hombre al que ama aunque deberá matarlo si éste alguna vez le es infiel y ella, en consecuencia, deberá regresar a su naturaleza. Aquí, la protagonista que da el título al filme es una historiadora experta en el desarrollo urbano de la ciudad de Berlín pero un hecho la hará tener que enfrentar al inevitable destino escrito en su historia.
Basándose en los mitos griegos de las nereidas e inspirándose un poco en la fábula romántica escrita por Friedrich de la Motte Fouqué, «Ondina», Petzold de nueva cuenta hace mancuerna con Beer y Franz Rogowski, con quienes trabajó exitosamente en su anterior filme, En Tránsito, para traernos una historia fantástica romántica que se aleja un poco de aquellos thrillers históricos sin dejar de ser una propuesta visualmente hermosa.
El simbolismo que Petzold realiza de la ciudad capital de Berlín como un “gran pantano”, justificado por el significado eslavo de la palabra, sirve como perfecto montaje para este romance que se aleja de la recreación de las figuras míticas en su concepto para regalarnos la historia de dos humanos, un buzo y una ninfa, cuya pasión por el agua los une pero la tragedia detrás los llevará a enfrentar distintos caminos.
Es esa pequeña subtrama, un tanto superficial, nos recuerda a ese Petzold y sus confines temáticos usuales. No sólo la ciudad tiene un rol como personaje sino también marca un interesante punto de vista socio político de su arquitectura, algo que puede ser tomado un cabo suelto en la idea principal pero que interesante en sí misma.
Aunque Nina Hoss fue una gran musa para este director alemán, parece que en Paula Beer ha encontrado su nueva inspiración, dotándola aquí de un aura mítica, mágica, llena de brillo y pesar en su Undine. Este personaje circunda las calles de la capital alemana y cuenta su historia, la de aquel pantano convertido en urbe en la cual ella vive. Ahí, en una ciudad llena de colores vívidos a la par de esa melena pelirroja, conoce a Christoph (Rogowski) para darle vida a un amor eterno que, cual teatro griego o drama Shakesperiano, parece estar condenado a no ser.
La cinta va edificando una fábula amorosa linda donde pareciera que nada puede salir mal entre ellos dos. Acompañados de un tema musical a base de piano, Petzold construye un mundo idílico que de repente choca al enfrentar la ficción del mito de Undine con la realidad del buzo Christoph. A pesar de ello, la más reciente película del director alemán sigue flotando donde hay una delgada línea entre el drama y la fantasía, integrando mundos en apariencia mágicos con lo real de una forma hermosa y muy creíble desde lo narrativo y estético.
Y es que no podemos negar que Undine, a todas luces, es una historia de amor tanto verdadera como dolorosa que lo asemeja a lo planteado por Guillermo del Toro y ese idilio entre su criatura acuática y la joven muda en su aplaudida La Forma del Agua. Sin embargo, Petzold opta por ser tan obvio, tomando la figura mítica como algo simbólico que se aleja de las convencionalidades fantásticas y lo vuelve algo más humano, más real.
Conclusión
Undine se convierte en una bella modernización de la tragedia de esta ninfa acuática cuya principal virtud recae en la química que tiene la dupla de Beer con Rogowski y su amor condenado. Ellos son quienes nos convencen de seguir este romance hasta sus últimas consecuencias. Es así que este realizador alemán podrá ser miembro de la Nueva Escuela de Berlín pero no puede dejar de lado su vena romántica muy al estilo de la vieja escuela clásica.
Sobre el autor
Ficha Técnica
- Dirección: Christian Petzold
- Guion: Christian Petzold
- Elenco: Paula Beer, Franz Rogowski, Maryam Zaree
- País: Alemania-Francia
- Año: 2020
- Duración: 90 min.