Tren Bala – Reseña

Destino, amor y muerte a bordo

¿Hasta dónde llega la influencia del destino? En Tren Bala, la nueva cinta del director David Leitch (Deadpool 2), encontramos la respuesta. 

La cinta une a un increíble y diverso elenco en un tren que va de Tokio a Kyoto en apenas dos horas llenas de intriga, acción y mucha sangre. Volviéndose una de las películas más estilizadas, esperadas y originales del verano. 

La historia sigue a Ladybug (Brad Pitt), un matón a sueldo que quiere dejar su vida de crimen en el pasado. Cree que la mala suerte lo acecha ya que, siempre que está involucrado alguien muere. Por ello decide no emplear armas en esta misión. Además, solo tiene que robar un maletín que se oculta en una parte del tren: sencillo. 

Sin embargo, nada es lo que aparenta en ese tren. A bordo hay más asesinos involucrados y todos buscan el maletín por distintos motivos que se entretejen entre sí. Cada uno tiene sus propios intereses haciendo que las tensiones y conflictos escalen en una constante búsqueda por lograr sus objetivos. Aunque parezca que están ahí por azar, quizá el destino tenga algo planeado para Ladybug y compañía. 

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Lo mejor de la película son sin duda sus personajes. Todos están bien definidos y conocemos a la perfección su carácter a través de los arquetipos que encarnan. Desde Tangerine, interpretado por un genial Aaron Taylor-Johnson o su aparente gemelo Lemon (Brian Tyree Henry) que confía que todo en la vida puede explicarse a través de los personajes de Thomas y sus amigos. 

El conflicto está garantizado: son once asesinos encerrados en un mismo espacio, todos quieren conseguir algo y ese algo se opone a lo que quieren los demás. Esto es lo que crea de esta cinta un movimiento constante, siempre acelerando hacia el siguiente destino, asegurándonos que en cada parada habrá un nuevo obstáculo que superar. 

La cinta transcurre en un abrir y cerrar de ojos. Las fuerzas que se oponen son lo suficientemente delimitadas como para cargar con su propia fuerza de atracción y con ello, atraer nuestros sentidos a la pantalla grande. La acción es frenética y la puesta en cámara es estilizada y moderna. Tomando prestado de la cultura otaku y las cintas asiáticas cubiertas por luces neón y giros inesperados. 
Eso sí, llega un momento en el último tramo de la cinta que las situaciones comienzan a volverse un tanto inverosímiles, quizá estirando mucho la idea de que el destino tiene todo predispuesto. Pero esto no demerita demasiado la experiencia, puesto que se trata de una película que no se toma por completo en serio y que aún así, logra brindar un gran mensaje sobre el karma y la importancia de no ser como un Diesel.

Conclusión

En el panorama actual del cine no es usual ver cintas de alto presupuesto que se arriesguen a contar nuevas historias. Por fortuna, Tren Bala llega para brindarnos una de las películas más provocadoras del verano. Repleta de acción, comedia y momentos dramáticos. Esperemos que sea el inicio de una nueva era de grandes y originales blockbusters que se arriesguen a salirse de la fórmula preestablecida. Quién sabe, quizá eso es lo que nos depara el destino.

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