Statham en su género favorito: Dosis de acción y él como el héroe
Hombre de acción y muy trabajador, Jason Statham está de vuelta en cines forjando ya su subgénero propio cual Liam Neeson con Rescate implacable, una historia que busca explotar al máximo el potencial de este hombre indestructible en lo mejor que sabe hacer: patear traseros a diestra y siniestra. El problema no es ese, sino que, tristemente, esta cinta basada en la novela «Levon’s Trade» de Chuck Nixon, se convierte en una lluvia de clichés tan malos y ridículos que la historia seria que se plantea al inicio se diluye hasta convertirse en comedia involuntaria.
Dirigida por David Ayer (Escuadrón suicida, 2016), esta segunda colaboración entre Statham y el realizador nos presenta a Levon Cade, un ex militar británico casado con una estadounidense, padre de una hija por la que pelea custodia con el abuelo de la misma y, sì, todo un hombre trabajador en una empresa de construcción liderada por el amable jefe Joe Garcia (Michael Peña). Su vida apacible y alejada de problemas se ve interrumpida por el secuestro de Carla (Noemi Gonzalez), hija del patrón, quien le pide le ayude a encontrarla.
Como todo hombre de palabra que le hizo una promesa a esta joven de protegerla en caso de problemas, Levon revive su pasado para enfrentarse a troche y moche contra toda una red de trata de blancas, dominada por un par de mafiosos inútiles y unos rusos bastante blandengues. Así, Cade tendrá que hacer lo que mejor sabe y no dejar uno solo vivo para recuperar a Carla y traerla sana y salva de las garras de los “bad hombres”.
El guion, coescrito por Ayer y Sylvester Stallone, cae en todos los tropos habituales de las cintas de acción de Statham pero llevadas al exceso. Existen algunos diálogos risibles y decisiones en la dirección bastante cuestionables que, incluso desde los créditos iniciales, donde una pila de clavos caen como si fueran balas disparadas en plena guerra, advierten el nivel de elementos risorios que vamos a encontrar en el filme.
La primera media hora parece estar en un tono completamente diferente. El drama, como en Beekeper (2024), azota a la víctima cerca a nuestro héroe de acción y comienza la corretiza por justicia. Sin embargo, aquí ante ciertas situaciones y diálogos cargados de un sin sentido de repente crean un todo tan absurdo que las risas comienzan a salir debido a la exageración, misma que sobrepasa los límites de otras cintas protagonizadas por el británico (véase las dos entregas de Megalodón, por ejemplo).
En cuanto a lo técnico del filme, gracias a la mano productora de Stallone, de repente parece que estamos en sets de reciclaje de la saga de Los indestrucitbles, o cortesía de Ayer, ante una violenta, sucia y granulosa cinta de acción. Pero la verdad es que, por momentos, incluso el sello característico de los mano a mano a los que estamos acostumbrados con Jason Statham no lucen del todo pues pintan para grandes confrontaciones que no llegan o, simplemente, se sienten anti climáticas, generando más risas que momentos de tensión.
Queda claro que a Jason no se le puede culpar de esto, tanto como a Neeson no se le podía acusar de su papel de veterano en su saga de películas donde también solía salir como el triunfador. Él simplemente vive el momento. Pero eso sí, como en la mayoría de sus historias, tiene que ir a luchar por una causa justa para salvar a una víctima o tiene que proteger a una niña de las amenazas que parecen perseguirle de manera directa o indirecta. En el caso de Rescate implacable, ambos elementos se encuentran vigentes, notándose que puede hacer cualquier cosa que involucre golpes con esos factores.
El elenco alrededor de él también es de risa. David Harbour hace a un ex militar amigo de Cade que es prácticamente un red neck armamentista que está enamorado de una india americana. Los patiños que cometen el crimen resultan en verdad lamentables en todo lo que hacen y la mafia rusa es retratada de la forma más irreverente e hilarante jamás vista. Vaya, hasta algunos de los antagonistas realmente parecen personajes sacados de otro imaginario donde la exageración en sus poses, vesuarios y demás, los hace verse no amenazantes sino simplemente ridículos.
Conclusión
Este Rescate implacable resulta ser tan mala que de ser una película de acción bastante mediocre se convierte en una comedia involuntaria en la que, si entras en el juego, saldrás con una gran sonrisa en la cara. Aunque no ofrece más que un título más del subgénero Jason Statham, francamente el absurdo de todo lo que la rodea se vuelve tan irreal, increíble o tan absurdo que provoca carcajadas en medio de los balazos y la sangre. No se les juzga, pero parece que Ayer y Statham han encontrado el nicho perfecto para la locura irrisoria de personajes y franquicias que entretienen, aunque no de la manera que uno esperaría.
Sobre el autor
Ficha técnica
- Título original: A Working Man
- Dirección: David Ayer
- Guion: David Ayer & Sylvester Stallone
- Reparto: Jason Statham, Michael Peña, David Harbour
- Duración: 116 min.
- País: EE.UU.
- Año: 2025