Profesión peligro – Reseña

Acción, romance y comedia

La década de los 80, culturalmente hablando, estuvo llena de colores neón, cortes de cabello alocados, glam rock, excesos y muy buen humor. La televisión estadounidense entregó varios proyectos que se han vuelto clásicos queridos, más allá de su apariencia kitsch o del absurdo llevado al extremo en sus respectivas historias. 

Tal fue el caso de la serie televisiva: The Fall Guy (1981-1986) con Lee Majors interpretando a un stuntman -doble de acción- que fungía como caza recompensas, y sacaba provecho de su oficio para lograr las misiones y pasar algo desapercibido a todo lo que se enfrentaba. Sorpresivamente para algunos, la serie duró cinco temporadas en medio de un mar de propuestas como The A Team (1983-1987), Miami Vice (1984-1989), Magnum P.I. (1980-1988), Los duques de Hazzard (1979-1985) o KITT El auto increíble (1982-1986) gracias al empuje que su protagonista, Majors, consiguió con El hombre nuclear en la década previa, dándole aquí un toque mucho más humorístico y, a veces, romántico, que funcionó bien con la audiencia.

Si bien no fue una de las series más populares de su época, una adaptación libre de este show llega a cargo de David Leitch (ex doble de acción convertido en director de cine) con Profesión peligro. Trabajo en el cual Ryan Gosling toma el lugar de Lee Majors como el galante doble de acción Colt Seavers, quien retirado del oficio por un accidente y abandonando un romance con una colega del gremio, Jody Moreno (Emily Blunt), toma una segunda oportunidad al enterarse que su amada compañera quiere que forme parte de su ópera prima como parte del crew en un proyecto de ciencia ficción y romance.

Sin embargo, las cosas no serán tan sencillas para Seavers. Ya que en su vuelta al ruedo y las piruetas con la acción, pronto se verá envuelto en un misterio sobre la desaparición del actor protagónico de quien alguna vez fue doble, Tom Ryder (Aaron Taylor-Johnson), descubriendo así una serie de eventos, los cuales exigirán que Colt de su mejor desempeño para salir bien librado, ser el héroe y quedarse con la chica luego de los créditos finales.

Profesión peligro pareciera servir como un bonito homenaje al oficio de los dobles, algo que Leitch conoce muy bien, al mostrarnos una cinta donde la historia muestra cómo se hace otra cinta, experimentando un meta cine alocado en el que el director de cintas como Tren bala (2022) y Deadpool 2 (2018) busca encontrar el balance entre la comedia romántica y la acción, género que lo ha hecho destacar en los últimos años gracias a sus montajes excesivos que lucen trepidantes de principio a fin.

Tráiler oficial de Profesión peligro / Universal Pictures México

Pero en esta cinta, Leitch tropieza constantemente para encontrar un adecuado equilibrio entre ambos. Uno de los problemas de ello, radica en una escasa química entre Gosling y Blunt, que no tienen el suficiente tiempo ni desarrollo en cámara para poder creerles ese vínculo tan atractivo de ese subgénero que ambos nos brindan. Aunque se aprecia que no quiera seguir las reglas o clichés de las cintas de esta índole, cuando el romance interfiere en los golpes y encuentros de Seavers es aquí donde falla, convirtiéndose en un factor repetitivo que nunca acaba por explotar del todo.

Otra de las fallas en esta adaptación libre recae en la pésima edición de la cinta. Más allá de las decisiones de mezclar comedia romántica en momentos álgidos de la cinta, resulta poco fluida la acción, las secuencias de pelea no lucen del todo bien y, por momentos, rompen con esa característica locura que Leitch otorga a sus peleas, sintiéndose incluso limitado por momentos. Aunque no todas las secuencias son así, ya que pecan de ese detalle de mal montaje lo cual te saca de la acción.

Ese aire irregular también se siente en el guion, mismo que comienza de forma interesante pero que después de cierto reencuentro comienza a dar de tumbos, nuevamente por la falta de un balance adecuado entre risas y trancazos. Además de unos huecos enormes que la cinta jamás se molesta en explicar y que radica en la pluma de Drew Pearce, guionista del filme. 

Pero no todo es tan malo en Profesión peligro. El soundtrack y su esencia ochentera rematada con el uso de «I Was Made for Loving You» de Kiss y una partitura llena de guiños a esas composiciones ochenteras de sintetizador a cargo de Dominic Lewis, que trabajó con Leitch en Tren bala,  junto con otros temas de esa década, le dan un adecuado aire de parodia hacia la época en la que fue creada la serie original. Esos clichés son explotados hasta el cansancio gracias a ciertos guiños bastante notorios para aquellos familiarizados con la cultura televisiva de ese entonces y es en esos puntos donde la película logra sus mejores adeptos. 

Gosling como Colt Seavers es una buena elección debido a la facilidad que tiene de hacerle de galán medio torpe y amante de Taylor Swift, pero que puede ser rudo sin problemas. Es su carisma y la capacidad que él tiene de oscilar entre los golpes y la comedia lo que también ofrece chispazos de eficiencia en el meramente palomero relato. Con todo y que juntos no funcionan, Blunt ejecuta también una dualidad interesante dejando de lado a la frágil damisela enamorada por una mujer empoderada que tiene una gran escena con Ryan, pero hasta ahí.

Con un cameo hilarante al final de la cinta y otro aplaudible en los créditos, Profesión peligro se salva de la ignominia y el olvido de otras adaptaciones de televisión a cine como Los vengadores (Chechik, 1998) o Patrulla motorizada (Shepard, 2017) que pasaron con más pena que gloria, gracias a esos momentos bien logrados por Leitch pero que no acaba por ofrecer una cinta equilibrada, pecando demasiado del factor romántico absurdo o de antagonistas tan torpes e insulsos que terminan por romper el gran acto de Colt y compañía.

Sobre el autor

Ficha técnica

  • Título original: The Fall Guy
  • Dirección: David Leitch
  • Guion: Drew Pearce
  • Reparto: Ryan Gosling, Emily Blunt, Aaron Taylor Johnson
  • Duración: 126 min.
  • País: EE.UU, Australia, Canadá
  • Año: 2024