Mansión Embrujada – Reseña

Una aventura gris, casi transparente

Las mansiones embrujadas son un referente clásico en las cintas de terror. Desde complejos estudios que quebrantan la psicología de sus protagonistas (The Innocents, 1961; The Changeling, 1980), hasta las cuestiones sobrenaturales eternas que nos hacen preguntar si estamos vivos o realmente somos espectros sin poder salir de un lugar (Los otros, 2001; The Uninvited, 1944) o incluso, solamente casas en las que el drama existencialista de un espíritu sirve como una metáfora del paso del tiempo, lo que dejamos atrás y la inevitabilidad de la muerte o el olvido (A Ghost Story, 2017). 

Claro que, también existen aquellas versiones mucho más amables de índole familiar que están inspiradas no tanto en el terror o la reflexión, sino en la búsqueda de un entretenimiento puro a través de un juego. Al menos esa fue la visión que tuvo Walt Disney al crear una de sus primeras atracciones especiales de sus parques, la mansión embrujada, que ofrece aún una divertida experiencia a través del elemento sobrenatural que la ha convertido en un clásico junto a Jungle Cruise o los inolvidables Piratas del Caribe. 

Buscando repetir la fórmula ganadora de Jack Sparrow y su franquicia cinematográfica basada en este juego de piratas, Disney ha tratado una y otra vez de dar en el clavo llevando estas atracciones a cintas live action pero los resultados han sido fallidos (Jungle Cruise, 2021) o poco atractivos (Tomorrowland, 2015). Ahora, vuelven a intentarlo con una nueva versión de la Mansión embrujada, dirigida por Justin Simien (Dear White People, Bad Hair) que buscaba sacudirse el amargo trago de aquella adaptación del 2003 con Eddie Murphy. Lamentablemente, no lo logra.

Tratando de mezclar el terror sobrenatural con la comedia familiar, esta historia se centra en la llegada de una mujer y su hijo que se mudan al susodicho lugar y descubren que no pueden salir debido al acoso de un montón de espectros traviesos. Para mejorar la situación, reclutan a un variopinto grupo de expertos espirituales para que les ayuden a liberar su hogar de esos ocupantes sobrenaturales. Sin embargo, hay algo muy turbio detrás de la presencia de estos fantasmas, lo que hará que la misión de los habitantes se complique y tengan que enfrentar a un mal inesperado.

Simien lleva de nueva cuenta la cinta a Nueva Orleans, cuna del esoterismo y las leyendas sobrenaturales en Estados Unidos donde confluyen todo tipo de creencias religiosas. Sin embargo, no se molesta en ahondar en ello y solamente presenta a sus personajes como si contara un chiste malo: un cura católico (Owen Wilson), un científico que cree en los fantasmas (Danny DeVito) y una vidente que usa el vudú y el esoterismo como sus herramientas (Tiffany Haddish), que se unirán a Ben Matthias (Lakeith Stanfield) y su dolor para tratar de exorcizar la casona.

Sin embargo, el guion falla constantemente no sólo en crear un tono adecuado que es salvado por la personalidad cómica de sus actores secundarios (DeVito, Haddish, Wilson y el cameo especial de Jamie Lee Curtis) sino en crear un ritmo interesante durante dos horas que se sienten como un viaje en montaña rusa con sus altos y bajos puntos, siendo éstos bastante graves. Asimismo el nulo carisma de Stanfield se combina con la floja actuación del joven Chase Dillon que no logran tener una adecuada química que sostenga el relato, tirándole a momentos cursis carentes de emoción. 

Si bien la cursilería parece ser un factor que Mansión Embrujada no puede sacudirse (también le pasaba a la versión de Minkoff del 2003), es triste ver actores como Rosario Dawson de adorno o el cómico Daniel Levy totalmente desaprovechado. Ni qué decir del totalmente parco y olvidable Jared Leto, que aun en una versión digital de sí mismo como el gran villano logra otro punto bajo en su carrera en la que no da una desde hace tiempo. Este desbalance actoral se suma a la irregularidad del relato donde solo hay un desarrollo para Matthias y lo demás funge como pretexto para tratar de hacer una aventura que no resulta tan graciosa ni tan de terror para niños o adultos.

Si bien el guion goza de estos altibajos que no logran que el filme sea consistente, hay detalles buenos como guiños al juego original y algunos aspectos de diseño de producción que son buenos. El cementerio de la mansión, por ejemplo, o el salón espiritista con Madame Leota así como las cabezas cantantes son detalles que se aplauden para todo aquel que alguna vez disfrutara la experiencia del juego mecánico. Asimismo, la mezcla entre detalles digitales y efectos prácticos hace que algunos de los fantasmas luzcan bien hasta que el CGI suple cualquier intención y cae en la exageración habitual de estos proyectos.

Ni que decir de la labor de la música, pues con toda la experiencia que tiene el compositor Kris Bowers (Green Book, Rey Richard), aquí no logra transmitir la emoción necesaria a través de sus acordes para lo que sucede alrededor de Matthias y compañía, dando como resultado un score muy desangelado y poco emotivo. Por otro lado, los esfuerzos del fotógrafo Jeffrey Waldron por dotar a la mansión y toda la película de una atmósfera adecuada son buenos pero por momentos no son del todo apreciados por esa falta de balance en el tono del filme.

A pesar de los esfuerzos de Simien detrás de la cámara, se nota cierta incomodidad en el rol pues hay veces que utiliza tomas que no tienen mucho sentido. Incluso, en los primeros minutos de la cinta, se siente cómo se le va de las manos una toma que parece más un error en la edición, misma que también falla al no marcar el ritmo adecuado en las secuencias donde debería haber cierta emoción, sintiéndose más bien planas. Esos detalles provocan que la atmósfera de la cinta tampoco termine de aprovecharse en esta nueva versión, sintiéndose como una casita del terror donde no se siente esa verdadera amenaza detrás de los protagonistas.

Conclusión

Es esa irregularidad el factor común de esta nueva Mansión mmbrujada, una película que tenía los elementos para brindar un gran entretenimiento veraniego pero que se desinfla ante los espectros mismos de la atracción de Disney, haciendo que esta aventura se sienta gris, casi transparente, como un ente fantasma que sabemos existe pero no es lo suficientemente fuerte para captar la atención o dar un buen susto. Es así que, nuevamente, Disney se tropieza con sus propios clásicos y termina por entregar una cinta que se siente como muerto viviente: medio viva pero medio muerta.

Sobre el autor

Ficha técnica

  • Título original: Haunted Mansion
  • Dirección: Justin Simien
  • Guion: Katie Dippold
  • Reparto: LaKeith Stanfield, Rosario Dawson, Owen Wilson
  • Duración: 122 min.
  • País: EE.UU
  • Año: 2023