Momento de ceder la estafeta a otros guerreros
En el 2008, los estudios Dreamworks llevaban ya una década creando relatos animados, siendo su franquicia estelar la de cierto ogro verde bastante incorrecto llamado Shrek (2001), además de presentar a los animales de zoológico con aspiraciones de libertad que movían el bote en la exitosa y muy graciosa Madagascar (2005). Pero en junio de ese año, un panda llamado Po se abriría paso entre los personajes más queridos de esta productora con Kung Fu Panda, siguiendo su paso y evolución para convertirse en el inesperado Guerrero Dragón.
Dieciséis años después, el muy amado panda está de vuelta para obtener un nuevo grado en su desarrollo con Kung Fu Panda 4, donde Po deberá aprender a dejar su título de Guerrero Dragón de lado y pasar la estafeta a otro. Pero el camino de la iluminación y sabiduría no será sencillo para el panda amante de los dumplings, pues una nueva amenaza se cierne para irrumpir la paz de su valle en el piel de La Camaleona (voz original de Viola Davis), que busca ser la más poderosa maestra del kung fu de la región para dominar a todos en la faz de la tierra.
Sin embargo, Po no estará solo en el camino pues tendrá el apoyo de una zorrita astuta y hábil llamada Zhen (voz original de Awkwafina, Verónica Toussaint en la versión doblada), quien poco a poco se ganará la confianza del Maestro Dragón para intentar detener el plan maestro de esta intimidante rival cambia formas. ¿Será que Po pueda cumplir su cometido o será este el final de su camino?
Una de las principales debilidades de esta cuarta entrega del panda arte marcialista recae en la simpleza de su relato, pues realmente no ofrece mucha novedad conforme a lo visto en sus tres antecesoras, sino que retoma elementos de todas e incluso se burla de usar las mismas justificaciones para su villana. Aunque existe un enfoque acerca del cambio en su guion bastante interesante que nos remite al dilema de una de las cintas más recientes de Dreamworks, Los tipos malos (Perifel, 2022), es el buen humor inherente a Po y compañía el que hace que esta cinta animada se mantenga a flote.
Si hay algo que ha funcionado de maravilla con la saga de Kung Fu Panda, ha sido la elección de su voz. En inglés, la siempre alocada caracterización de Jack Black le da un impulso distintivo a Po. En español, Omar Chaparro encontró un personaje con el que podía manejar su humor blanco y conectar algunos buenos chistes a pesar de que no llega a darle la personalidad que Black si consigue. Aquí, las bromas continúan pero el camino del panda lo lleva a una especie de madurez diferente, coqueteando con el sendero del maestro que trata de encontrar ese nivel de sabiduría, algo para lo que fue elegido por el Maestro Oogway pero que batalla por lograr.
Asimismo, se presentan nuevos personajes y se deja descansar a los Cinco Furiosos, que no tiene intervención en este filme. Sin embargo, eso es una ventaja para el arco de Po y su nueva amiga, Zhen pues permite desarrollar su química de forma interesante, desarrollando a ambos en el camino. Ni qué mencionar de la villana, que a pesar de comportarse con el clásico cliché de los otros maestros que venció el Maestro Dragón, si obtiene líneas intimidantes, dotándole de una personalidad malévola aunque predecible.
Entre la camada de nuevas adquisiciones a la franquicia, destacan un trío de conejos engañosos que aparentan dulzura pero son unos salvajes, o la incorporación del líder de la Cueva de Ladrones, un curioso pangolín de nombre Han, cuya voz en el idioma original recae en el reciente ganador del Óscar Ke Huay Quan. Aunado a ello, se suma una musicalización por parte de Hans Zimmer y Steve Mazzaro que acompaña de manera efectiva a las batallas y buenos chispazos de la cinta, complementados con un gran cover de cierto éxito de Britney Spears al más puro estilo de Jack Black.
A nivel animación, Dreamworks sigue coqueteando con la mezcla de técnicas. Si bien la franquicia de Po se ha mantenido en la línea de la animación digital, también ha usado la tradicional en algunos puntos de su historia y aquí no es la excepción, destacando algunas de las batallas que ocurren en el filme donde se nota este uso para resaltar los enfrentamientos como batallas de videojuego. Más allá de eso, el detalle al mundo en el que ahora se desenvuelve el carismático panda resulta llamativo, especialmente por la temática de ladrones que plantea y el diseño de una fortaleza con claros guiños a la Gran Muralla China.
Conclusión
Si bien la idea de decir adiós a lo que más añora es algo que resuena en esta nueva faceta de Po, Kung Fu Panda 4 no es tan eficiente como sus predecesoras al sentirse un tanto gastada en su narrativa. A pesar de ello, la labor de Mike Mitchell, viejo conocido del estudio al dar vida a la franquicia de Trolls (2016) y que tampoco es ajeno a dirigir cuartas partes (véase Shrek 4 del 2010), consigue dar un último Skidush para el querido panda, que a pesar de entregar una predecible cinta, tiene sus últimos momentos de gloria antes de ceder la estafeta a otros guerreros por venir.
Sobre el autor
Ficha técnica
- Dirección: Mike Mitchell
- Guion: Jonathan Aibel, Glenn Berger, Darren Lemke
- Duración: 94 min.
- País: EE.UU.
- Año: 2024