Hijos del diablo – Reseña

El peso del duelo y el fanatismo religioso

El infierno que implica la pérdida de un ser querido puede llevarnos a actos y decisiones extremas. En El legado del Diablo (2018), Ari Aster lo usaba como detonante para descubrir los secretos ocultos de una familia común y corriente; en la emotiva El orfanato (2007), J.A. Bayona exploraba con un relato de fantasmas y un juego de niños el estrago de no superar la pérdida de un hijo; o en Cementerio de mascotas (1989), basada en la obra de Stephen King, donde los muertos renacían con ayuda de un cementerio indio, teniendo consecuencias funestas.

Siguiendo esas formas peculiares de enfrentar un duelo, nos encontramos con Hijos del Diablo, ópera prima surcoreana del director Jin-young Kim, centrada en la vida de una pareja que decide adoptar un niño para poder lidiar con la pérdida de uno de los suyos. Sin embargo, el joven elegido tiene una discapacidad visual que le otorga cierto don especial. Así, el nuevo integrante de esta familia comienza a notar una presencia en la casa. Tal vez sea alguien que quiere volver a sentir el calor del hogar…

Jin-young elabora un suspenso familiar bañado de detalles que van formando un intrincado relato que, por momentos, se empantana en su desarrollo y encuentra trabucos de ritmo que no son sencillos de aguantar. Aunque la atmósfera está puesta gracias a un ambiente en la que la religión católico/cristiana predomina, convirtiéndose en un factor determinante para parte de lo que sucede en esta historia, Hijos del Diablo tiene un gran pecado en no saber cómo equilibrar sus principales disyuntivas, escapándosele así un tono y balance adecuado.

La fotografía de Yeon-jeong Lee y Kyun-sang Yang es un punto interesante que tampoco termina por detonar del todo. Y es que es muy interesante ver cómo utilizan la paleta de color roja, azul y gris, coqueteando entre lo diabólico y lo fantasmagórico con ello. Asimismo, existe un juego de luz y sombras en ciertos lugares como las habitaciones de los niños o incluso la Iglesia que aparece y en la que el padre de familia ejerce de cura, que resaltan visualmente pero no terminar por hacer sentir esa sensación de angusta necesaria para el relato.

Tráiler oficial de Hijos del Diablo / Dark Side Distribution

Curiosamente, la música de Leevisa, compositora surcoreana con tendencia a las baladas electrónicas, es algo de lo que más funciona en el filme, ya que acompaña de buena forma la cinta, siendo éste su primer score original. Lamentablemente, no es suficiente para levantar la pesadez del planteamiento del guion escrito por el mismo Jim-young Kim, mismo que parece dar demasiadas vueltas y que no termina de concretar la línea entre lo sobrenatural del relato y la dura verdad del extremismo religioso llevado al terror, algo que sí logró Park Chan-wook con su enigmática propuesta de vampiros, Sed de sangre (2009).

Las actuaciones son otro apartado que resulta positivo. Park Hyo-joo logra transmitir la angustia e incapacidad que tiene de procesar la pérdida de su tercer hijo. Coqueteando incluso con la sensación de culpa, su papel tiene los mejores momentos en este dramático suspenso sobrenatural. A través del filme, vemos cómo atraviesa por las diversas etapas del duelo, desde la negación al adoptar al nuevo pequeño en su hogar, al pasar primero por la negación, convertida después en ira contra sus otros hijos, para caer en la depresión y la aceptación retorcida de lo sucedido.

En contraparte existe el padre (Park Hae-jun), un devoto a su religión que parece querer resolver todo a base de rezos y fe. Es su negación otra forma de abordar el problema central de Hijos del Diablo, ese fanatismo que lleva a ciertos actos impropios debido a la creencia de una especie de posesión mientras todo acontece. Sin embargo, el aspecto hiper religioso del lugar en el que la familia habita parece ser un añadido más a un relato que jamás depende o ahonda realmente en ello, sino que lo usa a su conveniencia para continuar con los guiños hacia la expiación de las culpas o la atrición religiosa.

Afortunadamente, Hijos del Diablo cuenta con un buen papel de sus jovenes actores, quienes cargan con una parte fundamental sobre el enfrentamiento de la pérdida. Primero, el pequeño adoptado dota de una vulnerabilidad que poco a pocos e torna amenazante al ir revelando que, en efecto, el espíritu del hermano fallecido está de vuelta aunque no en un tono vengativo del todo. Y frente a él está la hermana mayor, aquella que carga un secreto terrible pero que encuentra la forma de enfrentarlo con el santo permiso del estandarte religioso, mostrando un poco de los estragos que ese fanatismo ha creado pero sin llegar a la punzante crítica hecha, por ejemplo, por Robert Eggers en La bruja (2017).

Conclusión

Hijos del Diablo tenía una gran idea sobre el pesar de la culpa, la forma de expiar las mismas y cómo el dolor es capaz de corroer las almas más inocentes, pero es el excesivo drama familiar repetitivo y los lapsos tanto eficientes como fallidos entre la mirada religiosa ligada a este tema, que le pesan a esta ópera prima que peca de desafíos en su guion y ejecución para lograr el suspenso necesario para la trama misma. 

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Sobre el autor

Ficha técnica

  • Título original: Delusion
  • Dirección:Jin-young Kim
  • Guión: Jin-young Kim
  • Reparto: Hyo-ju Park, Min-jae Kim, Da Eun Kyung
  • Duración: 114 min.
  • País: Corea del Sur
  • Año: 2022