Hasta que mueras – Reseña

Las situaciones límite, que tienen que ver con un riesgo inminente y hasta posible en ciertos contextos de la vida real, han ganado terreno en el mercado cinematográfico gracias a sus premisas sencillas pero efectivas. Justo con las películas englobadas en el calificativo de home invasion (aquellas en las que la acción ocurre en una casa, con enemigos llegando al lugar y él o los protagonistas deben salvarse), se pueden encontrar experiencias llenas de retos que requieren de astucia por parte de los protagonistas.

Para 2022 llega Hasta que mueras, una película que si bien no revoluciona las producciones de su estilo, sí que consigue entretener gracias sobre todo a un compromiso que sostiene los más de 90 minutos.

Luego de una velada romántica en una casa junto al lago, Emma se despierta esposada a su marido muerto. Alejada de la ciudad y en pleno invierno, Emma debe luchar contra los asesinos a sueldo que forman parte de un retorcido plan.

Con experiencia en el ámbito, SK Dale ofrece una buena labor en la construcción de las situaciones de la trama. Desde un contexto aparentemente romántico y que pasa a otro más incómodo hasta la propia búsqueda por sobrevivir, la cinta le da dinamismo al ritmo, evitando que el espectador se aburra.

Habrá que reconocer que las soluciones y decisiones que la protagonista decide son bastante lógicas, dotando de realidad tanto al estado físico de los personajes como del entorno, aspecto que se agradece y disfruta.

La construcción de los personajes, la cual se conoce mayormente por elementos que van desde fotografías, audios o diálogos, evitan el abuso clásico de flashbacks. Así mismo, la casa y las herramientas que usan la principal, están colocados de manera inteligente, dando verosimilitud a las maniobras y consecuencias de cada decisión tomada. Si bien, hay algunas conveniencias, concierto es que la sensación de riesgo, salvación o dificultad se justifica en su excelente manejo de resolución.

Para conseguir está efectividad, se debe reconocer la actuación de Megan Fox como pieza fundamental. Es con una interpretación contenida pero con las pinceladas necesarias de dramatismo que su personaje logra encarnar un empoderamiento convincente, sin necesidad de enemigos a modo, alejando a la actriz de papeles de explotación que evitaban ver sus facetas de intérprete.

Además de esto, es notable que tanto director como escritores consigan sacarle jugo a un entorno que en apariencia es limitado, aprovechando cada rincón, recurso a mano o hasta detalles que se dan a conocer el trasfondo de la protagonista.

Conclusión

Hasta que mueras es una opción ideal para quienes quieran adrenalina derivada de un buen thriller, dónde Megan Fox demuestra que es más que una cara bonita y que las películas que se ciñen a la fórmula pueden arrojar una que otra sorpresa agradable.

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