Esto no es Berlín

A las puertas de la Copa Mundial de Fútbol de 1986, Carlos (Xabiani Ponce de León), un chico de diecisiete años, está más interesado en escuchar música y admirar a Rita (Ximena Romo), la hermana de su mejor amigo, Gera (José Antonio Toledano). Su vida monótona termina cuando la banda gótica de Rita les introduce a un club nocturno clandestino, «El Azteca». Ambos quedarán embelesados con este mundo de performances, ambigüedad sexual y drogas. Sin embargo, en esta exploración de sus nuevas identidades, también se pondrá a prueba su amistad.

Hari Sama no solo retrata de forma efectiva una época lejana, sino que pone a la luz una faceta de la juventud que se ignora recreando los movimientos artísticos, sociales y un contexto que se refleja en un cuidado en el diseño de producción que si transporta al México de 1986.

Las actuaciones de Ximena Romo, Xabiani Ponce de León y Mauro Sánchez Navarro son creíbles y son vehículo para transmitir los mensajes que su director busca dar que van desde la aún latente discriminación a las personas por su orientación sexual, vestuario, personalidades, así como la represión a los jóvenes, la visión del arte y el olvido por un pasado que se repite y oculta.

En la cuestión técnica, el desenfoque utilizado transmite la tensión, dramatismo y los viajes de drogas buscado, dando una sensación más rústica que transporta al espectador a cada escena que se complementa con un soundtrack que incluye a Judas Priest, Joy Division, entre otros.

Por último, el ritmo es irregular y las escenas que causan shock pueden incomodar al espectador, siendo una cinta que no es para todos.

Aún con esto último, Esto No Es Berlín es una propuesta arriesgada pero que resulta interesante como una cinta que trata de romper la monotonía de un cine mexicano que tiene con cuál levantar su calidad.

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