El hombre del norte – Reseña

La consagración de Eggers a través de un emocionante relato de venganza vikinga

Por: Melanie Claudia Enríquez Fuentes y Jorge Fernando Méndez Luna.

Desde su debut con The Witch (2016) y su confirmación con The Lighthouse (2019), Robert Eggers ha conseguido situarse como uno de los directores más interesantes de los últimos años, gracias a historias plasmadas con una belleza visual cruda a la vez de un compromiso con cada detalle en la elaboración de sus proyectos, todos marcados por un interés enorme en las mitologías, creencias, así como del folklore europeo llevado a su manera.

Dos años después de su último proyecto, el cineasta estadounidense lleva todo lo aprendido a un nuevo nivel épico con The Northman, una cinta que eleva al espectador a una experiencia cinematográfica única, donde la mística de los vikingos logra uno de los retratos más impresionantes de esta cultura.

Ubicada en la Islandia del siglo X, retrata el viaje del príncipe Amleth, un hombre que huyó de su reino tras ser testigo del asesinato de su padre. Años después regresa a su tierra natal para reclamar el trono y obtener la venganza que siempre ha deseado.

Si eres conocedor o apasionado de la dramaturgia y el teatro, te habrás percatado de que este giro es muy similar al que podemos encontrar en La Tragedia de Hamlet, pieza escrita por el dramaturgo inglés William Shakespeare, la cual, a su vez, está basada en dos leyendas: Amleth y Ur-Hamlet (obra que hasta la fecha se desconoce el autor). 

Si bien, The Northman y La tragedia de Hamlet comparten la misma temática, en donde la sed de venganza es la principal vértice de la historia; el mismo Robert Eggers confesó en una entrevista que, una de sus principales inspiraciones para The Northman fue la adaptación rusa: Hamlet, cinta lanzada en 1964 y dirigida por Grigori Kozintsev, enfocada justamente en el clásico de Shakespeare. 

Esta influencia del medio teatral se traduce a lo audiovisual de buena manera gracias a un destacado diseño de producción, una gran labor en maquillaje y una excepcional a la vez que exquisita selección de locaciones que explotan tanto mar como tierra para construir un mundo que se siente genuino.

Consulta más reseñas en criticinema.com

El relato comienza acertadamente a fuego lento con el fin de introducir al espectador a un mundo lleno de violencia, honor y valores que pueden descolocar a más de uno. Conforme avanza la historia, la adrenalina, la espectacularidad en lo que se muestra y los giros que sorprenden con impacto gracias a un ejecución notable, ayudan a que el clímax sea una explosión de gore que atrapa al público.

La fotografía regala postales hermosas que ayudan a disfrutar del viaje al mundo vikingo. La enorme confección de esta producción puede asemejarse al videojuego Assassin’s Creed Valhalla, ya que la documentación y la recreación histórica son de gran nivel, sumado a una incertidumbre satisfactoria que difumina la frontera entre lo real y lo que ocurre en la mente llena de misticismo nórdico de la época, siendo esto una gran ventana de interés así como de atractivo tanto visual como auditivo.

Los combates son espectaculares, hilando y dando coherencia tanto al momento como al espacio geográfico en el que ocurre. Ya sea que se muestre el saqueo a comunidades diversas, la crueldad de esa época o los componentes morales en cada situación cotidiana, con un dramatismo impulsado por la teatralidad que siempre los asuntos familiares y de nobleza parecen dictaminar.

El vestuario, a cargo de la diseñadora Linda Muir, quien también trabajó con Eggers en The Witch y The Lighthouse, complementa de una manera sensacional la cinta, logrando recrear una época y cuidando hasta el más mínimo detalle. 

A su vez, la música compuesta por Sebastian Gainsborough, también conocido como Vessel, logra introducir al espectador en cada uno de los ambientes cinematográficos, intensificando las emociones y logrando ponernos la ‘piel chinita’ durante las escenas de mayor tensión. 

En esta cinta resaltan las impecables actuaciones de Alexander Skarsgård como Amleth (personaje principal de la historia), Nicole Kidman quien le da vida a la reina Gugrún, Anya Taylor-Joy en el papel de Olga, Ethan Hawke transformado en Aurvandil el Cuervo Guerrero, Willem Dafoe siendo Heimir the Fool y la artista experimental: Björk, quien reaparece en la pantalla grande dos décadas después de su última aparición en: Bailando en la Oscuridad (2000); ahora en The Northman actuando como Seeress. Todos y cada uno de estos atractivos nombres muestran un compromiso que encuentra un aliado en la fantástica dirección de Eggers, misma que puede ser minuciosa pero que cumple con el estándar alto de todas las demás áreas.

Conclusión

El Hombre del Norte es una experiencia audiovisual impresionante que engancha tanto a amantes como ajenos de la temática vikinga, entregando un impecable balance entre lo técnico como del contenido narrativo, posicionándose como una de las grandes cintas del 2022 y que, como los grandes guerreros, pelee no solo por muchos premios sino conquiste el corazón de un público hambriento de aventuras de calidad.

Sobre el autor