Corre

Cuando la peor medicina es el amor de una madre

Hace un par de años, el realizador indo americano Aneesh Chaganty haría su debut en Hollywood con Buscando (Searching, 2018), primer largometraje de ficción en su haber que demostraba una calidad narrativa interesante para desarrollar una historia de suspenso acerca de un padre que desesperadamente buscaba lo que había sucedido con su hija adolescente a quien todos daban por muerta. 

El uso de las nuevas tecnologías para hilar este thriller fue algo que tanto a Chaganty como a su coguionista y productor, Sev Ohanian, le valieron el aplauso del público y la crítica por igual. Debido a ese éxito no era de sorprender que su siguiente proyecto levantara expectativas y es así que llegó Corre, originalmente pensada para estrenarse en salas de cine el año pasado vía Lionsgate pero que terminó siendo distribuida en Hulu en EEUU y ahora llega a México gracias a Netflix. 

Este nuevo relato nos presenta a Diane Sherman (Sarah Paulson), una madre que busca cuidar a todas luces a su delicada hija, Chloe (Kiera Allen), quien ha estudiado en casa durante toda su infancia y adolescencia. Pero cuando llega el inevitable momento de que Chloe vaya a la universidad, comenzará a darse cuenta que detrás del aparente amor de su madre se ocultan unos oscuros secretos. 

La aparente sencillez de este relato depende de la dinámica de las dos actrices, tanto Paulson como Allen. De parte de Sarah, popular por ejecutar papeles dentro del género gracias a Ryan Murphy y su American Horror Story, podemos ver a una madre abnegada que aparentemente busca lo mejor para su hija pero que poco a poco va desdoblando sombras de su oscuro pasado para mostrar su verdadera esencia que deriva en una codependencia enfermiza en la cual no hay un límite y donde ese afecto maternal cruza las líneas, convirtiéndose en una obsesión. 

Si bien Paulson nos demuestra con su gran experiencia este lado demencial del amor fraterno, destaca aún más la labor de Kiera Allen, actriz debutante que protagoniza este thriller y que usa una silla de ruedas en la vida real, dándole una mayor autenticidad a las penurias que vive a través de ese infierno en el que se va convirtiendo su hogar y el trato con su amada madre. 

El hecho de que el realizador buscara tener a una actriz con una verdadera discapacidad física y darle esa profundidad y desarrollo fue algo que atrapó a Allen inmediatamente, demostrándolo en su actuación donde la vemos hacer de todo con tal de evitar caer en la oscura realidad en la que su madre la ha metido, cuestionando a la par si de verdad lo que ella busca es lo mejor para su hija. 

Otro punto destacado, además de este duro encuentro entre madre e hija, es sin duda la música de Torin Borrowdale, que también trabajó con el realizador en su anterior película, transmitiendo esa tensión en su relación y que llega a momentos muy álgidos no sólo entre ellas sino con los actos, trabajando muy bien el suspenso dentro del filme. Esto se complementa con una adecuada ambientación donde casi todo sucede en interiores, haciendo de la casa una herramienta para Chaganty donde desarrolla esta pesadilla en la que Chloe se ve metida. 

Resulta interesante ver que de nueva cuenta, Chaganty y Ohanian optan por hablar de la familia, de esos lazos que a veces unen o destruyen. Si bien en Buscando, el padre está dispuesto a hacer todo lo posible por saber la verdad acerca de su hija, también descubre que hay secretos y que no todo lo que aparenta creer o saber de ella es cierto. En Corre sucede algo similar pero aquí es la hija quien descubre las intenciones de una madre amorosa que de repente resulta no serlo del todo. Es aquí donde pareciera de la visión de este realizador encuentra los puntos en común, ofreciendo siempre una deconstrucción de esos lazos y esos secretos que pueden ser más peligrosos o reveladores al levantar las cuestiones de que tanto realmente conocemos a nuestra familia. 

Aunado a eso, Corre demuestra que tener un bajo presupuesto no es pretexto para presentar un buen relato. Si bien cae en algunos lugares comunes y se vuelve un tanto predecible, la historia familiar de Chloe y su madre no deja de ser entretenida muchas veces gracias a la dinámica de estas dos actrices y el morbo de saber hasta dónde son capaces de llegar para romper o mantener el lazo que las une. 

Conclusión

Así, este thriller se convierte en otra buena propuesta por parte de Chaganty en el suspenso, teniendo buenas secuencias más allá de los clichés presentados o los pequeños excesos narrativos y que nos sirve de un amable recordatorio para recordar que no siempre el amor de una madre puede ser la mejor medicina para el alma. 

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