La humanidad en lo rural como postal audiovisual
En una época abundan los relatos enfocados en los suburbios o las preocupaciones de la vida en las ciudades, aquellos que transcurren desde el campo y desde los ojos del campesino ofrecen un respiro necesario que ayuda a sobrellevar la rutina muchas ajetreada. Las historias llenas de trabajo duro, superación diaria y quietud casi utópica, son vehículos de diversos mensajes un tanto omitidos por la prisa como son la familia, los sueños por cumplir pero sobre todo, la empatía para con los padres o figuras paternas que con el paso del tiempo toman el lugar del que debe ser protegido.
Con todo esto en mente, René Frelle Petersen continúa su andar como cineasta a través de Tío, un retrato que destaca por centrar el foco en la humanidad presente en la labor del campo, de su gente y en otra cara a la Europa glamourosa: el paisaje rural. La historia sigue a Kris (Jette Søndergaard), quien empieza a cuestionarse su vida en la granja de su tío inválido (Peter Hansen Tygesen), con quien convive desde la adolescencia. Cuando el amor se cruza en su camino, se enfrenta a un posible cambio de vida.
Utilizando de manera inteligente los momentos de contemplación para ilustrar emociones, construir personajes y atar cabos del trasfondo de los mismos con diálogos sencillos pero reveladores, Frelle Petersen logra que el espectador se vincule con cada nuevo acontecimiento que quiebra una monotonía agradable.
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Tal cual pasa en la vida real, los sucesos mundiales como las pruebas nucleares de Corea del Norte, la ausencia de Donald Trump en los foros mundiales del clima o la inmigración europea, pasan a segundo plano ante la convivencia silenciosa de tío con sobrina. Ambos con personalidades diferentes; el primero dependiente de una andadera por una situación médica más abierto en su sentir; la segunda dependiente de su figura paterna tras los fallecimientos trágicos de sus padres, se cierra y apenas se atreve a salir de la rutina en la granja, con el sueño de ser veterinaria, además de contar con oportunidades para explorar Copenhague, el lugar donde se supone que cumpla sus objetivos.
De ritmo pausado pero no por ello ajeno a la intensidad que representan los cambios en una vida entregada al cuidado de quien la ha cuidado y de su patrimonio, la cinta entrega un drama que en apariencia es sencillo pero que con sus giros toma fuerza.
La película regala momentos de incomodidad, de tono agridulce así como de la resignación a un estilo de vida que ya domina la protagonista a través de la fotografía, la cual saborea el constante clima nublado, la oscuridad de los lugares cerrados y la convivencia tanto con animales como con otros granjeros, veterinarios e incluso enfermeras.
René Frelle Petersen recurre a Peter H. Tygesen, un agricultor de verdad, y a su sobrina Jette Søndergaard, como protagonistas de esta cinta que se siente más como un documental que como una ficción, punto acertado para dar otra dimensión al resultado.
Conclusión
Tío es un drama bellamente filmado, cuidadosamente relatado y que en cada visionado se recogen nuevas sensaciones, aprendizajes, perpetuando el debate de seguir en la vida que se conoce bien o arriesgarse con el peligro de perder lo que se ha amado todo el tiempo. La humanidad está presente en la monotonía campestre.
Sobre el autor
Ficha Técnica
- Título original: Onkel
- Dirección: Frelle Petersen
- Guion: Frelle Petersen
- Reparto: Jette Søndergaard, Peter Hansen Tygesen, Ole Caspersen
- Duración: 106 min.
- País: Dinamarca
- Año: 2019