Cuando Friedeberg se separa de Pedro
El documental es un género muchas veces infravalorado, ya sea por el prejuicio de ser un material tedioso o por estar encasillado en apoyo audiovisual educativo. Sin embargo, cada vez está tendencia queda sepultada no solo por un hartazgo en ficciones mal ejecutadas sino por propuestas ágiles, con una edición agradable y narrada con maestría de diferentes tópicos que ganan atención.
Pedro, debut como directora de la montañista Liora Spilk, representa a la perfección todo lo anterior y con una prueba complicada: retratar a Pedro Friedeberg desde la faceta personal, la del Friedeberg más Friedeberg y al mismo tiempo menos Friedeberg o al menos dependiendo a quien le preguntes.
Spilk utiliza las diferentes aristas en la producción del documental para exponer el proceso y los diversos aspectos que van de la mano con la personalidad de Pedro, ya que se muestra desde la cara más amena del legendario artista, su personalidad bromista y sus honestas pero divertidas opiniones tanto del arte como de la vida diaria para también dar espacio a sus episodios de hartazgo o de cambios de humor. Esto da como resultado un retrato de las propias frustraciones que los realizadores deben atravesar para sacar a flote este tipo de proyectos
Para los fanáticos de Friedeberg y también para el público general e incluso para sus detractores, este material es uno de esas declaraciones, colección de diálogos así como de expresión de ideas que harán replantear sobre la solemnidad muchas veces impuesta relativa a lo artístico. Pero también es cierto que el número de obras presentes es reducido, insuficiente para lo que la creatividad e iconicidad de Pedro merece. No obstante, esto se compensa con la más que pintoresca vida diaria del multifacético personaje. Es la viva imagen de la leyenda que rechaza como puede esta etiqueta pero que disfruta de la convivencia con este estatus.
En viajes tan diversos se dimensiona la importancia del «último surrealista» que jamás aceptó tal etiqueta. Venecia, CDMX, Veracruz, tres destinos que dibujan la vida de un longevo diseñador que dejó dos carreras por aburrimiento pero de las que hace uso, especialmente la arquitectura, disciplina de la que las reglas le son indiferentes.
Es importante mencionar que la manera en la que se ha filmado es minimalista, apostando por la fuerza en lo que tenga que decir Pedro, sin imágenes filmadas de gran calidad pero con la información suficiente para leer entre líneas, apreciar de su personalidad tan apabullante.
Conclusión
El visionado de Pedro es una travesía obligatoria, un respiro de lo rutinario, una excusa para acercarse al arte, si bien desde una cara poco solemne pero no por ello menos valiosa.
Sobre el autor
Ficha técnica
- Dirección: Liora Spilk Bialostozky
- Duración: 86 min.
- País: 2022
- Año: México