Luna Roja – 40ª Foro Internacional de Cine

El legendario y realista imaginario de la costa gallega

Lois Patiño es un realizador que destaca por su visión formando parte del movimiento conocido como el ‘Novo Cine Galego’, corriente en la que jóvenes cineastas como él encuentran en la cultura y paisajes de su tierra natal la manera perfecta de contar sus historias con un estilo que rompe con lo convencional. 

Para este joven director con una vena experimental que admite aborrecer aquel cine hecho con piloto automático que se dedica meramente a copiar las fórmulas más trilladas de los géneros cinematográficos, su estilo contemplativo raya casi en lo experimental al mezclar géneros, estilos y formas en su narrativa audiovisual. 

Tal es el caso de Luna Roja, largometraje más reciente de su filmografía en el que un pueblo de la costa gallega parece haberse detenido en el tiempo. Lo único que se percibe son las voces de todos aquellos pobladores que comienzan a hablar de fantasmas, brujas y monstruos. Todo esto se liga con la desaparición de un personaje llamado Rubio en un relato que junta la mirada contemplativa con las leyendas de un lugar tan bello como terrorífico que genera un imaginario realista acerca de la vida y creencias de este lugar.

El 16 de julio inició la 40ª edición del Foro Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.

El ritmo del filme podría resultar cansado para el espectador que espera acción o momentos frenéticos, pues este no es el estilo de Patiño. Similar a su primer largometraje, Costa da Morte, el realizador decide poner bajo su lente de una forma casi lírica la realidad del pueblo de Camariñas para crear una especie de limbo en la que el tiempo no pasa, donde los testimonios son la guía de un relato de contemplación que pareciera anunciar un terrible final.

Pero también existe la contemplación inherente de la naturaleza, de los paisajes de este lugar que adquieren una dimensión diferente, como de un personaje más, sobre todo al hablar del mar y de la luna, esa que le da título al proyecto y que, al volverse roja, se convierte en un presagio de catástrofe según las leyendas del mar. Todo eso aunado a estos humanos convertidos es una especie de espectros, similar a aquel peculiar fantasma de Una Historia de Fantasmas, de David Lowery, en la que sólo se convierten en testigos de su dolor, su pérdida y el inexorable destino que les aguarda.

Como buen creador audiovisual, Patiño explota todos los elementos que puede para dotar a este relato de ese toque que juega con una visión de cámara intimista casi de estilo documental, para mezclarlo con la ficción y el imaginario de un pueblo que cree en leyendas pero, sobre todo, que gira alrededor de una especie de ‘héroe’ que de atreve a retar a los dioses y monstruos del mar como lo es Rubio.

Consulta la programación en el sitio web de la Cineteca Nacional.

Alrededor de su pérdida, de aquella figura que rescataba a los cadáveres de los naufragios, retando el poder del mar, se erige esta especie de leyenda que paraliza al pueblo pues la bestia de los mares clama por sangre, por todos aquellos que gracias a Rubio han escapado de sus garras.

Contagiar de esa sensación es uno de los grandes méritos del artista gallego. Una adecuada musicalización y mezcla de sonidos hace que un quejido, un sonoro gruñido sea el motivo de alarma de todo un pueblo. Asimismo, el escuchar los pasos, las cadenas de un espectro errante en algunos momentos donde se habla de Rubio y su muerte, dan ese sentido de presenciar un mundo donde las almas están en pena, esperando su último juicio.

Pero lo más brillante de esta narrativa lírico experimental que no encaja en ningún genero es, sin duda, la fotografía. El pueblo costero se llena de vida, muerte y fatalidad con el juego de colores que propone el gallego, uno que va desde el verde intenso, el amarillo y ese brutal rojo final con la llegada de la Luna Roja del título, esa que viene a clamar lo perdido, influenciada según declaraciones del mismo realizador por la pintura del artista Millet, específicamente El Ángelus.

Conclusión

Propositiva y a su vez complicada, Luna Roja es una combinación entre la verdadera historia del buzo Rubio de Camelle y el interesante reto de ir oscilando entre la vida y la muerte, entre la realidad y la fantasía, en donde la pérdida se convierte en el perfecto pretexto artístico para crear un imaginario que refleja la vida en la costa gallega. 

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