Un relato que logra crear una atmósfera cinematográfica pero falla en la claridad
Hay una frase que dice “toda verdad tiene algo de ficción, y toda ficción lleva algo de verdad en ella”. También hay un elemento primordial para construir la identidad cultural de cualquier lugar, que viene siendo la historia. El director de cine, Justin Kurzel, quien ya cuenta con un currículum enfocado en contar historias bélicas de época, recurre a los tres componentes previamente mencionados para llevarnos a la pantalla Los bandidos de Kelly: realidad, ficción e historia.
Los bandidos de Kelly se sitúa en la Australia del siglo XIX, para contar la historia del bandolero más famoso de aquel país: Ned Kelly. Este personaje es uno de los más polémicos y divididos de la cultura australiana, ya que unos lo ven como un ratero y asesino desenfrenado, mientras que otros lo ven como alguien equiparable a Robin Hood.
La película basada en la novela «True History of the Kelly Gang», más que aclarar el debate que gira en torno a este personaje, podría parecer que lo recrudece, ya que desde un inicio, Los bandidos de Kelly hace hincapié en aclararle al espectador que la historia que está viendo no es real, sino una narración ficcionalizada que a lo largo de dos horas de metraje se toma la libertad de insertar licencias creativas para construir un retrato brutalmente violento sobre las circunstancias familiares y sociales que orillaron a Ned Kelly a convertirse en la figura mítica que es al día de hoy.
De lo más destacable de la cinta son las actuaciones, siendo las más resaltantes las de George Mackay en el rol protagónico de Ned Kelly y Essie Davis como Ellen Kelly, la madre de Kelly. Mackay, por su parte, tiene el reto de interpretar la versión simbólica y mítica de un personaje real que para bien o para mal, vive en la memoria colectiva de Australia. Su representación de Ned Kelly es atormentada, mermada en la venganza y en el amor hacia su familia que nunca sabe expresar de la forma correcta. Davis, por su parte, nos ofrece una representación maternal ausente por los excesos, su relación tóxica con los hombres e inundada en un mar de desesperanza que la orillan a estar igual o más perdida que sus hijos, que si bien no es un ejemplo a seguir para ellos, procura demostrarles su afecto y preocupación hasta donde sus capacidades anémicas le permiten.
Nicholas Hoult, Thomasin McKenzie, Charlie Hunnan y Russell Crowe también ofrecen buenas actuaciones secundarias, que si bien tiene poca aparición en pantalla, el poco tiempo en el que aparecen se hace notar gracias a las actuaciones bien ejecutadas y al buen ejercicio de dirección por parte de Justin Kurzel.
Otro elemento favorable para Los bandidos de Kelly es la fotografía, y las escenas con una fuerte carga de violencia y sexualidad, las cuales logran crear una atmósfera seductora durante el tiempo que transcurren y tener interés por la interacción que hay entre los personajes que conforman la historia.
No obstante, la película de Kurzel no es perfecta, y sus mayores tropiezos se deben principalmente a dos elementos: El poco entendimiento que hay sobre el personaje de Ned Kelly fuera del mercado australiano y la dinámica con la que corre el tiempo dentro de la cinta.
A pesar de que el guión de Shaun Grant intenta meternos más en el contexto de Ned, por momentos se vuelve difícil seguirle la pista a las acciones de nuestro protagonista bandolero, lo cual hace que sea difícil conectar o empatizar con él, a pesar del buen trabajo actoral ofrecido por Mackay. Esto quizá se deba a que nunca hay una transición contundente de la inocencia a la vida de bandolero que adopta Ned Kelly, pues desde que nos muestran su infancia al inicio de la cinta, ya muestra indicios de violencia en su personalidad.
La manera en que corre el tiempo, que si bien tiene un orden de sucesión lineal y monocrónico, por momentos corre de manera demasiado lento, lo cual provoca que sea fácil perderle el hilo e incluso que se sienta aburrida la adaptación, lo cual es un pecado garrafal cuando se trata de un producto cuyo objetivo principal es entretener.
Fuera de las escenas violentas bien ejecutadas que logran recuperar el interés del público, no hay una escena que implique intriga o suspenso, quedándose en una película que cuenta un mito medianamente insustancial.
Conclusión
Los bandidos de Kelly representa una oferta afable para las salas de cine en un contexto en el que la cartelera está cada vez más escasa de películas debido al contexto de salud que ha impulsado con cada mes más fuerza el mercado del streaming, pero eso no la salva de que pueda quedar olvidada en la memoria del público con el pasar de los meses que quedan de 2021. Esto no quiere decir que la película sea mala, porque no va por ahí, pero ofrece una narrativa con la que el mercado de Latinoamérica estamos muy poco familiarizados, probablemente debido al poco influyentismo que la cultura australiana ha tenido en nuestro país.
Sobre el autor
Ficha Técnica
- Título original: True History of the Kelly Gang
- Dirección: Justin Kurzel
- Guion: Shaun Grant. Basado en la novela de Peter Carey
- Elenco: George MacKay, Essie Davis, Nicholas Hoult
- País: Australia
- Duración: 124 min.
- Año: 2019