Gran Turismo: De jugador a corredor – Reseña

Una historia de ‘Cenicienta’ para soñadores y gamers

La adrenalina de las carreras de autos es contagiosa. La pasión que hay detrás de un volante y el poder que le da a un conductor es algo que se contagia y que, por más de dos décadas, ha sido fomentado por un videojuego desarrollada por Polyphony Digital y producido por Kazunori Yamauchi. Su nombre: Gran Turismo, cuyos orígenes se remontan hasta 1992, tardándose cinco años en completarse hasta lograr llegar a Playstation, siempre en busca de ofrecer algo más que un simple juego, creando toda una experiencia para aquellos amantes de los autos.

Ahora, esa adrenalina busca saltar de la pantalla chica a la grande apoyándose en una historia real alrededor de aquellos soñadores que, detrás de un volante virtual, pueden cumplir sus sueños gracias a su pasión por el juego en Gran Turismo: De jugador a corredor, donde el sudafricano Neill Blomkamp (Sector 9, Chappie) busca recuperar el camino en su carrera a través de un atractivo proyecto que busque capturar la esencia de la consola, llevando al “real simulador de conducción” a un nivel de espectáculo cinematográfico.

La historia se basa en el éxito de Jann Mardenborough (Archie Madekwe) en un formato de novela de aprendizaje donde, gracias a las habilidades y aptitudes desarrolladas en el juego de Gran Turismo, el joven tiene la gran oportunidad de su vida: volverse corredor profesional. Ante la falta de apoyo de su padre (Djimon Hounsou) y la presión de los ejecutivos detrás de la idea de convertir a un simple gamer en un exitoso piloto, Mardenborough tendrá que probar su valía en las pistas, donde el consejo de un ex piloto convertido en mecánico (David Harbour) será la clave para callar bocas o fracasar.

Una de las ventajas que esta adaptación de videojuego tiene es, justo, la historia real de Jann que le da un factor humano de relevancia, sacándola de meramente ser una competencia de carreras como muchas otras cintas. A pesar de ello, el filme de Blomkamp recurre justamente a la fórmula normalmente efectiva de este tipo de relatos, tratando de no derrapar en la pista para pasar por todos los puntos que hacen eficiente una aventura de esta índole.

Tenemos, por ejemplo, al mentor retirado que no cree en su pupilo pero que poco a poco va puliéndolo hasta legar a ese punto de comunión con él debido a cierto incidente. Ese papel lo ejecuta de buena forma Harbour, que dota a su Jack Salter de una correcta dosis de humor y rudeza necesaria. También encontramos al eterno piloto malévolo de la compañía corredora rival, Nicholas Capa (Josha Stradowski) que simplemente odia a Jann por ser un gamer inexperto, creando una rivalidad intensa pero predecible.

Está también el ambicioso Danny Moore, que encarna el avejentado Orlando Bloom, cuya idea millonaria de crear la GT Academy para forjar a los nuevos pilotos de Nissan funciona, sin dejar de lado un humor ácido y los intereses que el marketing le produce, tal cual como le sucedía al personaje de la vida real en que se inspira, Darren Cox. Incluso tenemos al padre desinteresado, el interés amoroso, el choque brutal que lo hace dudar de su oficio. Vaya, todas las casetas están marcadas en un relato que, si bien es entretenido, no resulta tan emocionante por su predictibilidad.

Ese detalle se subsana con el excelente manejo de Blomkamp detrás de cámaras, especialmente en las secuencias de las carreras donde, a través de tomas aéreas con drones, ejerce un dinamismo que no hemos visto en cintas de carreras previamente. Por otro lado, también se excede en los planos cercanos de rostros en momentos no necesarios, tratando de darle más intimismo a una historia que no lo necesita salvo en las partes clave: detrás del volante.

También destaca la labor de Archie Madekwe como Jann. Gracias a su aproximación al verdadero piloto que encarna, el joven actor es capaz de mostrar drama e intensidad cuando se le necesita. La química al lado de Harbour también es palpable, sintiéndose como esas relaciones de maestros y aprendices similares a la memorable Karate Kid (Avildsen, 1984) o la muy fallida Alta velocidad (Harlin, 2001). Asimismo, destacan los guiños al videojuego donde podemos ver la asignación de la posición o gráficos interesantes que simulan el pilotaje de Jann como si fuera el simulador Gran Turismo, dando un fan service gratificante para los gamers. 

La música tiene sus pros y contras. Alejándose de los grandes mixes que presentaba cada juego y sin guiños a My Favourite Game de The Cardigans, la banda sonora opta por el uso de la música motivacional por excelencia de Jann: Kenny G y Enya. Por otro lado, también hay chispazos del metal setentero de Black Sabbath que refuerza una de las ideas de la cinta: la batalla de la clase obrera que busca aporvechar una oportunidad contra los ‘nepobabies’ nacidos en alta cuna que lo tienen todo y no se esfuerzan por ello. 

A eso se suma la colaboración entre el ya experimentado Lonre Balfe, que ha creado composiciones para películas como Misión imposible: Sentencia mortal parte 1 o Calabozos y dragones: Honor entre ladrones tan solo este año, que hace una buena dupla con Andrew Kawczynski que ha añadido temas musicales en Duna y Top Gun: Maverick. La dupla hace una buena labor, sobre todo en las carreras, dotándolas de una vida interesante que sube un poco la intensidad de las mismas a pesar de su conocido desenlace.

Tráiler oficial de Gran Turismo: De jugador a corredor / Sony Pictures México

Conclusión

Si bien la historia es una repetición de fórmulas concebidas en cintas más logradas como Rush: Pasión y gloria (Howard, 2013), Días de trueno (Scott, 1990) o Contra lo imposible (Mangold, 2019), existe ese aire de historia de ‘cenicienta’ que hará conectar a los más soñadores y posiblemente impactará a los acérrimos gamers que, como Mardenborough, tienen la misma pasión por el juego. Mostrando esa batalla entre el menos afortunado contra un sistema que no lo quiere, Gran Turismo: De jugador a corredor cumple con las expectativas sin llegar a ser algo memorable pero si muy divertido, mostrando que a veces la realidad supera a la ficción, o a las mediocres adaptaciones de este tipo de juegos como Need for Speed (Waugh, 2014).

Sobre el autor

Ficha técnica

  • Título original: Gran Turismo
  • Dirección: Neill Blomkamp
  • Guion: Jason Hall, Zach Baylin, Alex Tse
  • Reparto: David Harbour, Orlando Bloom, Archie Madekwe
  • Duración:
  • País: EE.UU
  • Año: 2023