Glass

En el presente estamos habituados a ver cintas de superheroes cada año, algunas buenas, otras no tanto. Pero eso sí, todas llenas de acción, aventura, dejando a veces de lado su historia, haciéndolas meramente entretenidas.

Sin embargo, hace 19 años un director decidió arriesgarse y hacer su propia visión acerca de estos superhumanos en los que encontramos tanto héroes como villanos, ese fue Shyamalan con su cinta Unbreakable.

Después del éxito que tuvo con Split hace un año y que sorpresivamente ligó esta historia a la cinta de Unbreakable, llega la conclusión de esta curiosa trilogía con Glass.

Shyamalan regresa a un camino conocido, donde el destino de estos tres personajes (Kevin/La Horda, David Dunn y Elijah/Glass) se une para brindar una cierre muy esperado pero que puede ser totalmente diferente a lo que uno espera.

Y es que Glass recupera mucho de Unbreakable, en el sentido de que vuelve a ser una cinta de personajes, humana, más de fondo que de acción y secuencias impactantes, lo cual puede decepcionar a algunos.

Sin embargo, si eres fan de ese diptico original, encontrarás una historia con el sello Shyamalan en todos los sentidos: un desarrollo a fuego lento que llega a un segundo acto que te mete de lleno al desenlace inesperado y sus giros de tuerca, para cerrar un universo de tres partes cinemáticas que vale la pena ser visto.

No, aquí no hay gran espectacularidad, aquí estamos ante una obra que seguramente va a dividir a la gente por las expectativas creadas pero que, a pesar de ello, da un cierre digno y a la altura de la saga.

Si bien no es una cinta perfecta en su relato y puede extenderse de más al final, Shyamalan nos regala (y recuerda) la humanidad detrás del mito del héroe y villano, jugando con las barreras de lo real y lo ficticio.

Sin duda, Glass es una cinta que a los fans de Shyamalan (y de las dos películas anteriores que forman esta trilogía) dejará muy satisfechos, pero que a otros que no sepan de su trabajo ni de sus anteriores cintas, puede resultares aburrida o no ser lo que esperaban.

A pesar de ello y de los clásicos pecados en sus relatos, Glass termina siendo efectiva, redonda y un gran recordatorio a épocas donde los superheroes no eran moda sino una forma de contar una historia extraordinaria de humanos extraordinarios.

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