Ni diabólico ni de miedo
Sin duda alguna el año 2020 tenía planeadas grandes cosas en el mundo de Hollywood con estrenos muy esperados en cines, ya fuera blockbusters que esperaban romper records de taquilla como la nueva y esperada cinta de Nolan, películas con aspiraciones a premios e historias interesantes como Nomadland de Zhao y uno que otro producto o secuela que buscaba repetir el éxito de su antecesora, como el caso de El Niño 2.
Sin embargo, la pandemia le cerró esas posibilidades a esta secuela, mandándole casi directamente a video y formatos digitales en Estados Unidos en su momento. Pero ahora, gracias a Amazon Prime Video en México, el regreso de ese muñeco ¿diabólico? llamado Brahms llega por fin a su catálogo para todos aquellos curiosos que quieran ver la continuación de un relato de suspenso que, en su anterior entrega, no había terminado del todo bien.
La premisa nos presenta a una familia conformada por la madre asustadiza, Liza (Katie Holmes), el padre ocupado Sean (Owain Yeoman) y su hijo, el consentido Jude (Christopher Convery), quienes ven alterada su paz por un intento de asalto a su casa que deja secuelas en la madre y el hijo que parecen ser imborrables.
Aunado a esto, el esposo busca cambiar de panorama y encuentra una casa de huéspedes cercana a la infame Mansión Heelshire en busca de un ambiente más tranquilo para que su familia sane de este hecho. Sin embargo, el muñeco malvado de nombre Brahms parece regresar de las sombras al encontrar en su camino al joven Jude, lo que provocará que más que momentos de paz, se desate de nueva cuenta la ira de este “niño”.
Uno de los más grandes pecados que la anterior entrega de El niño tuvo fue que no supo definir sus intenciones, ya sea que fuera una cinta de horror con un muñeco diabólico de por medio o un suspenso psicológico con tintes a lo Wes Craven y su clásico de culto La Gente Detrás de las Paredes (1991), algo que le quitó méritos en el planteamiento de una atmósfera y la creación de un efectivo juguete del mal.
El director William Brent Bell y el guionista Stacey Menear, mismos que estuvieron a cargo de la primera parte, pareciera que no aprendieron de sus errores y en esta absurda secuela tratan de replantear las reglas sin importarles lo que ya habían establecido, tratando de hacer una especie de borrón y cuenta nueva que acaba siendo aún peor que lo hecho en la anterior sin siquiera darle una atmósfera adecuada o un interesante arco de desarrollo al tratamiento de sus personajes.
Aunque el guion no ayuda en nada, ver a Katie Holmes resulta lastímero, ya que en su papel de madre traumatizada/abnegada por el bien de su hijo hace uno de los peores papeles de su carrera y, posiblemente, del año. Es triste verla ir de un lado a otro en un estado cuasi zombie sin poder expresar la angustia, el suspenso ni el dolor que está cargando su personaje desde el inicio del filme, algo que por cierto se va al olvido y nunca acaba por ser un factor para lo que pasa en la cinta.
Bien dicen que encontrar un niño actor en una cinta de ¿terror? que resulte efectivo no es fácil. Y aunque Christopher Convery hace lo que puede con su Jude, el absurdo desarrollo del guion le juega en su contra, haciendo de su personaje un joven desesperante que cambia su forma de ser a conveniencia y sin justificación alguna más que la supuesta presencia de Brahms y sus nuevos aires de malignidad.
Y es justamente ese el mayor problema de todos: el Niño y esa nueva idea que trata de implementar en el espectador. Resulta no sólo aburrido sino a veces raya en el patetismo el trato que le dan ahora a la figura de Brahms, misma que aparece de la manera más absurda en la trama y que, conforme pasa el tiempo de la película, adquiere un significado que de no ir en contra de todo lo que se sabía del infame muñeco, podría haber sido por lo menos un poco más interesante pero aquí resulta aburrido de pies a cabeza.
Otro gran problema es la falta de trabajo de atmósferas. Si bien ya no estamos en la mansión que le daba un toque especial a la anterior entrega de El Niño, aquí el bosque, la casa y las actuaciones no funcionan para nada con el tono, transmitiendo más que una sensación de susto o terror una de tremendo aburrimiento. La historia no fluye, la edición no ayuda y este relato disque de miedo se va estancando al grado de que la muñeca satánica de Pedro Fernández en Vacaciones de Terror (René Cardona III, 1989) resulta más amenazante que toda esta secuela.
Conclusión
Brahms: El Niño 2 resulta ser una cinta completamente fallida que no concreta bien sus ideas, que comete errores en su replanteamiento burdo del villano que maneja y que pierde la oportunidad de establecer a un nuevo muñeco diabólico, Brahms, para enterrarlo por siempre en ese cementerio infame de las malas secuelas que resultan innecesarias y aburridas, mismas que en lugar de aportar algo interesante acaban por ser una pérdida de tiempo y de buenas ideas llevadas a mal puerto.
Sobre el autor
Ficha Técnica
- Título original: Brahms: The Boy 2
- Dirección: William Brent Bell
- Guion: Stacey Menear
- Reparto: Katie Holmes, Christopher Convery, Owain Yeoman
- País: EUA
- Duración: 86 min.
- Año: 2020