Loco fin de semana

No se necesita un gran presupuesto para hacer una película.

Un loco fin de semana cuenta la historia de Fede (Christian Vázquez), un hombre desafortunado con las mujeres que un día, sin previo aviso, es cortado por su novia, y gracias a la ayuda de sus grandes amigos Memo (Oswaldo Zárate) y Carlos (Juan Pablo Castañeda), es que decide cambiar de página y encontrar a la mujer perfecta, con lo que no contaban es que su plan los lleva a pasar un fin de semana como nunca se lo hubieran imaginado.

Siendo éste su debut como director, el irreverente y polémico youtuber, Kristoff Raczynski, opta por contar una anécdota personal ocurrida en sus años de juventud, que guarda dentro de sí una crítica que el director ha hecho constantemente sobre el cine mexicano, la cual es que no se necesitan grandes cantidades de dinero para hacer una película. “Nos están robando” dice Raczynski, pues, de acuerdo con su experiencia personal, la mayoría de las películas que actualmente nos ofrece la industria del cine mexicano, no reflejan ni los recursos ni las cantidades exorbitantes de dinero que gastan estas producciones pues al final, siempre se entregan proyectos de escasa calidad: “nos están robando, ¿a dónde fueron esos 80 mil pesos?” dice el director, es por esto que, Un loco fin de semana demuestra de forma genuina que no se necesita “robar dinero del gobierno” (Raczynski) para llevar a cabo películas formulaicas que son parte de nuestra vida cotidiana.

Un loco fin de semana demuestra de forma genuina que no se necesita “robar dinero del gobierno”

Sin embargo, resulta un tanto desconcertante que teniendo experiencia previa con el guión de Matando Cabos (2004), Raczynski desarrolle una historia simple y predecible con personajes demasiado caricaturizados que poseen diálogos acartonados e inverosímiles, que terminan por caer en el absurdísmo y humor típico mexicano de las comedias actuales, aunque esto también puede deberse al hecho de que esta película está inspirada en las comedias de antaño de los años ochenta como Weekend at Bernie’s de Ted Kotcheff (1989) o After Hours (1985) de Martin Scorsese.

Un acierto notorio en la película recae en los protagonistas Christian Vázquez, Oswaldo Zárate y Juan Pablo Castañeda, pues gracias a la notable y auténtica química que poseen, logran que la película no se sienta tan tediosa como en momentos puede llegar a ser debido a la edición y a las escenas alargadas. La tenue naturalidad que le añaden los actores a sus personajes termina por crear un cierto sentido en el espectador para que conecte y comprenda los motivos por los que la trama se desarrolla de la forma en que lo hace, de igual forma, las pequeñas referencias musicales que tiene la película generan en la audiencia que más de uno se una a cantar.

Lamentablemente, Un loco fin de semana se vuelve parte de la extensa lista de comedias mexicanas a las cuales estamos tan acostumbrados debido a la trama predecible, los estereotipos que presenta y las fórmulas que sigue, no obstante, si tomamos en cuenta el cometido principal del director, que es demostrar la crisis que está viviendo la industria del cine mexicano, podemos decir que lo hace de manera adecuada, pues posee todos los elementos que el mismo director ha criticado una y otra vez en su canal de Youtube.

Para los que les gusta este tipo de producciones, sin duda, es recomendable para pasar un rato entre amigos, para los que conocemos la opinión que tiene Raczynski con respecto a este tipo de películas, deja mucho que desear.

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