Desastre y desacierto
Las buenas películas de suspenso, misterio y terror logran que el espectador ejercite su capacidad de atención así como mover algo en su interior que los dejé sorprendidos. Sin embargo, la falta de ideas frescas ha hecho que grandes historias sean reducidas a la nada o a un puñado de situaciones clichés para el susto fácil. Y esto, pasa con Presencias del mal, adaptación de Un giro de tuerca de Henry James.
La historia nos lleva a una misteriosa finca en el área rural de Maine donde Kate, quien inicia su trabajo como institutriz, está a cargo de dos perturbados huérfanos, Flora y Miles. Rápidamente, ella descubrirá que ambos niños junto con la casa esconden oscuros secretos y que las cosas no son lo que parecen.
La directora, Floria Sigismondi, ha entrado poco a poco en el cine tras una carrera sólida como directora de los vídeos musicales de Marylin Manson. Con dos películas interesantes como lo son The Flicker y The Runaways, la cineasta italiana toma el difícil reto de hacer una nueva versión de la obra del gran Henry James y con el antecedente de la excelente The Innocents de 1962. Sin embargo, a pesar de tener elementos visuales y musicales que pueden generar atmósferas, un elenco de nombres conocidos que se muestran comprometidos así como una historia base que es interesante, está nueva versión falla estrepitosamente volviéndose en su segunda mitad una cinta genérica de fantasmas.
La película es insufrible y bastante lenta pese a que suceden cosas que con un mejor guion funcionarían, está película no aprovecha las locaciones ni el decente diseño de producción que traslada a 1994.
Sigismondi tampoco profundiza en varias posibles subtramas y temas que sin duda le hubieran ayudado a que el resultado fuera mucho mejor, entre ellos, los problemas psicológicos de la madre de la protagonista, la misma Kate (jamás hacen ese juego de realidad con lo que ocurren en su mente, ni aborda a través de ella el tema de cuidado de los infantes); los dos niños (más que casos interesantes que solo se utilizan para justificar a los espectros, cuya aparición mete con calzador y de mala manera el tema de la violencia hacia la mujer); e incluso la ama de llaves (pasividad ante la violencia que habita el hogar que debe custodiar).
El vacío de creatividad se nota aún más en la utilización de jump scares bastante mal ejecutados, deficientes situaciones «creepy», giros que no son inesperados y un final insatisfactorio.
Conclusión
Presencias del mal se une a la lista de malas películas de suspenso que faltan al respeto a la obra de James y confirman la crisis de ingenio en una industria que depende del pasado, arruinando historias más que ideales.
Sobre el autor
Ficha Técnica
- Director: Floria Sigismondi
- Guion: Carey Hayes y Chad Hayes
- Reparto: Mackenzie David, Finn Wolfhard y Brooklyn Prince