Encanto – Reseña

Disney y un encantador homenaje a Colombia

Los Madrigal, una familia extraordinaria, viven escondidos en las montañas de Colombia, en una casa mágica, un pueblo vibrante y en un lugar maravilloso llamado Encanto. La magia del Encanto ha bendecido a cada niño de la familia con un don único, desde la superfuerza hasta el poder de sanar; a todos, excepto Mirabel, quien desea ser tan especial como el resto de su familia.

Pero cuando la magia que rodea al Encanto está en peligro, Mirabel decide que ella, la única Madrigal sin ningún tipo de don único, puede ser la única esperanza de su excepcional familia.

Después de una débil recepción en taquilla por parte de Raya y El Último Dragón, Disney y su estudio de animación deciden apostar por una historia que recupere aspectos culturales distintos a los Estados Unidos, que pueda adaptar a su sello basado en un mensaje familiar global los diversos elementos tanto fantásticos como de cotidianidad, teniendo en cintas de Pixar como Coco (México) o Luca (Italia) el modelo a seguir, pero que en esta ocasión, se ambienta en Colombia.

Para conseguir esto, Byron Howard (Zootopia, Tangled, Bolt) y Jared Bush (Zootopia, guionista de Moana) imprimen su experiencia en relatos creativos e inmersivos para transportar al espectador con toda la calidad técnica de la cinta, a la par de un ritmo constante que evita momentos muertos y en el que siempre sucede algo que atrapa la atención del espectador. Esto último también lleva a secuencias un tanto extrañas o a excesos tanto en lo melodramático como en lo predecible, quitando efecto a un giro en el clímax que pudo potenciar el mensaje de unión familiar y aceptación de las diferencias.

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El humor manejado en la cinta es acertado, logrando escenas que alivien el dramatismo de las diversas situaciones (sobre todo con el conflicto de la protagonista) y que dan pie a números musicales de buena calidad. En estos, Lin Manuel Miranda consigue amalgamar solidamente los elementos musicales típicos de la cumbia, vallenato y la salsa con una impecable parte orquestal, dando como resultado un soundtrack bastante entrañable. Aunque estas mismas composiciones originales poseen guiños a sus otros trabajos como Moana, Hamilton o In the Heights, lo cierto es que no consiguen ser números musicales memorables ni emblemáticos.

La influencia del imaginario del premio Nobel Gabriel García Márquez y del realismo mágico, es notable en cada detalle del poblado de Encanto como lo son las mariposas, las flores o la analogía de la casa como la salud familiar. Así mismo, refleja la tradicional reunión de pueblo en los montes colombianos, con arepas, café, dulces, vestuarios coloridos, neutros, además de una acertada variedad racial que va desde el cáucaso hasta el mulato.

Los personajes poseen personalidades bien definidas que le dan un toque diferencial a la familia. Los dones que cada miembro posee se complementan no solo con las necesidades del poblado sino con cada uno de los Madrigal, mismos que poseen una habitación que ayuda a conocerlos de mejor manera.

En cuanto a la parte actoral, el elenco demuestra compromiso y amor al proyecto, logrando que tanto acentos como modismos colombianos sean orgánicos, destacando las participaciones de María Cecilia Botero, Jessica Darrow, John Leguizamo o Wilmer Valderrama. En cuanto al doblaje, hay que reconocer que por momentos se pierde lo colombiano en favor de un español más neutral, a pesar de que los actores son del país sudamericano.

Conclusión

Encanto resulta en una agradable cinta que acercará al espectador a la riqueza de Colombia, gracias a sus agradables personajes, una premisa interesante (que queda un tanto corta), animación llamativa y música que enriquece la experiencia. Si bien, la historia es bastante predecible y caiga por momentos en un tono demasiado melodramático, lo cierto es que supone un paso importante para Disney hacia una creatividad que aún tiene mucho que explorar.

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