El Último Duelo – Reseña

Un espectáculo visual y narrativo medieval con un poderoso mensaje actual

La inclusión y empoderamiento femenino resultan necesarios para quebrantar diferentes barreras en el arte, reflejo de la sociedad. Sin embargo, los directores y productores han tenido que lidiar con una cultura de la cancelación que ha forzado la incorporación de estos dos elementos, dando como resultado una traición a los contextos históricos de las obras, el cambio de personajes que pierden sus atributos más llamativos y una sensación de hartazgo motivo de un contenido cada vez más cercano a lo vacío.

En una época donde lo anterior abunda en remakes o producciones que cambian elementos cruciales, Ridley Scott entra a la palestra con El Último Duelo, una cinta que aprovechando la historia, respetando las épocas a través del vestuario, producción, peinado, además de regalar secuencias de batalla imperdibles, demuestra que es posible empoderar pero compaginar los reclamos actuales con la eficacia cinematográfica.

Basada en hechos reales, la película se centra en el duelo entre Jean de Carrouges y Jacques Le Gris, dos amigos que se convirtieron en rivales. Cuando la mujer de Carrouges, Marguerite, fue acosada por Le Gris, un cargo que él niega, ella no se queda callada y le acusa, un acto valiente y desafiante que pone su vida en peligro. El consiguiente duelo a muerte determina el destino de los tres.

El Último Duelo estrena en cines el 14 de octubre. Consulta más información de la película en este enlace.

Haciendo uso de su experiencia y talento, Ridley Scott construye un relato inteligente que sorprende al espectador en cada revelación. Usando una estructura dividida por capítulos, la cinta va generando sensaciones diversas conforme más cerca se encuentre la audiencia de la verdad real, dándole voz a los involucrados en un duelo que genera emoción e incertidumbre por conocer todos los detalles que llevaron al conflicto.
El guión de Matt Damon, Ben Affleck (quienes vuelven a escribir tras Good Will Hunting, 23 años más tarde) y Nicole Holofcener es inteligente al dar la mirada necesaria para que lo que se sitúa en siglo XIV pueda fungir como una crítica bastante acertada a muchas de las conductas que aún existen hoy en día, sin satanizar los modos de aquella época pero que lleva a la reflexión de los progresos que existen también.

Los personajes se construyen sólidamente, siendo una ventana por la que el público pueda conocer la época de una manera bastante interesante. Desde la dinámica feudal, pasando por los excesos libertinos de las clases altas hasta la opresión hacia la mujer, Dariusz Wolski da fuerza al mensaje a favor de la denuncia y la importancia del relato a través de una fotografía que compagina perfectamente con lo que Scott y la tríada Damon-Affleck-Holofcener proponen. Así mismo, la labor de Wolski repercute en la narración al presentar diferentes tomas, iluminación, encuadres y ritmo particulares a cada punto de vista abordado.

Por su parte, Harry Gregson-Williams aporta diferentes texturas musicales a lo ya mencionado, a la vez que hace un homenaje a las otras obras de Ridley Scott como lo son Gladiador y Los Duelistas (esta última abordando también un duelo a muerte), así como de Kurosawa con Rashomon, la influencia más directa en la ejecución, tema y narrativa.

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En cuanto a la parte actoral, todos los involucrados están comprometidos y ofrecen actuaciones sobresalientes. Matt Damon interpreta a Jean de Carrouges, un soldado medieval que busca rescatar su honor, esposo de la víctima y que ejemplifica al hombre de la época que veía a la mujer con sus problemas como un asunto de propiedad. Ben Affleck como Pierre II d’Alençon, un noble libertino, símbolo de los abusos del poder y podredumbre moral de los de arriba. Adam Driver encarna a Jacques Le Gris, un atractivo guerrero, antiguo amigo y ahora rival de Jean, quien ilustra la sinvergüenza y justificación de los abusadores.

Mención aparte merece Jodie Comer en el papel de Marguerite de Carrouges. El abanico emocional, la fuerza de su interpretación y su porte empoderan a su personaje que ayuda a comprender el duro papel de la mujer en ese contexto, dejando al descubierto todo lo que aún hoy en día existe para deslegitimar la lucha por la verdad pero sobre todo la justicia.

Conclusión

Ridley Scott regresa a su mejor nivel con El Último Duelo, cinta en la que demuestra su maestría para brindar espectáculo audiovisual a la vez que hace la historia algo muy interesante para el público general y señala el camino en la manera de respetar los elementos contextuales para dejar un mensaje a favor de la denuncia que siempre se requiere.

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