En la oscuridad

Acción, misterio y Aliens

El cuarto largometraje del director y escritor Padraig Reynolds, En la oscuridad, tiene una historia interesante con prácticos efectos que le favorecen pero con un guion y un montaje que no ayuda mucho a la cinta. Annie, después de divorciarse de Paul, se muda con su hija Emily a su vieja casa, solo para notar que ahí no encontrarán la tranquilidad que podrían estar buscando y solo complicará la vida de los tres.

La película es contada a través de dos líneas de tiempo: la primera teniendo un tono de suspenso que permite al espectador conocer la relación madre-hija entre Annie y Emily y cómo una de ellas va perdiendo la cordura debido a los sucesos extraños que suceden por las noches. Mientras que la segunda línea, con un tono de acción y misterio, nos muestra cómo Annie hace lo posible por encontrar a Emily después de que una fuerza misteriosa se la llevara y desapareciera. La trama está contada con saltos en el tiempo en donde por momentos nos cuenta un poco de la relación Annie e hija, y después nos lleva a la búsqueda de Emily, para después regresar a los sucesos paranormales que pudieron haber ocasionado la desaparición de Emily, lo que pudiera ser confuso para algunos y perjudica la tensión que podrían haberse logrado con éxito durante todo el filme si se hubiese contado la película con una narrativa lineal.

En la primera parte de la historia, En la oscuridad tiene momentos a destacar, por ejemplo, el buen desarrollo de la relación madre e hija. Además de que logra algunos jump-scares efectivos –el soundtrack complementa muy bien estás escenas–, a pesar de que los únicos sustos que se podrían llegar a generar son usando éste recurso. El ritmo lento que va teniendo la historia, permite que conozcamos más a profundidad a la protagonista durante las escenas en donde Annie convive e interactúa con otros personajes. Los efectos –prácticos– que tiene el filme y su bajo presupuesto favorece mucho a la película, ya que, al no mostrar demasiado al monstruo y mantenerlo oculto lo más posible, permite que el arco de Annie en donde va perdiendo la cordura por los sucesos paranormales que empiezan a suceder en su casa, los cuales no puede explicar y eso hace que los demás la tachen como “loca”, se sienta como algo más natural y creíble.

Durante la segunda historia –en la que Annie está en búsqueda de su hija– es cuando la cinta empieza a fallar. Los diálogos de los personajes se sienten muy falsos y acartonados; las situaciones por las que pasa Annie son muy cliché y son escenarios que hemos visto en otras películas del género, por ejemplo, cualquier obstáculo que tiene que pasar Annie es superado fácilmente. Durante todo la cinta no desarrolla a ninguno de los personajes –exceptuando a Annie–, todos son muy planos y acartonados –y algunos con malas actuaciones–. El guion por momentos se siente lleno de incongruencias y situaciones no creíbles, por ejemplo, Annie llega más rápido caminando a su casa que la policía que va en un auto. 

Todos estos detalles, arruina lo que se logró obtener en la primera parte de la historia. Especialmente en el tercer acto en donde Annie juega al “gato y el ratón” con el monstruo que está en su antigua casa. Mientras ambos buscan la forma de asesinarse mutuamente, los demás personajes cometen decisiones absurdas que, si han visto cualquier película de suspenso, el desenlace de éstos es muy evidente.

Conclusión

Los prácticos efectos de En la oscuridad y el buen desarrollo entre la relación de Annie y Emily no salvan la cinta la cual se siente muy genérica. El guion y el nulo desarrollo de los personajes secundarios –los cuales se sienten acartonados y planos– perjudican aún más a la película que pudo haber sido interesante y entretenida, incluso con su buen intento de lograr una atmósfera de tensión con el tema del monstruo y la búsqueda de Emily. 

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