Amor sin Barreras – Reseña

Una remake que brilla con luz propia

Corría 1961 cuando a las salas de cine llegó una atractiva y poderosa reinvención musical de la historia de Romeo y Julieta. En está nueva variante del clásico romántico,  las dos familias enfrentadas se convierten aquí en bandas juveniles, los puertorriqueños ‘Sharks’ y anglosajones ‘Jets’, enfrentadas por sus diferencias y cuyo conflicto detonará cuando Tony, fundador-ex miembro de los ‘Jets’ se enamore de María, hermana del líder de los ‘Sharks’ Bernardo.

La puesta en escena que remitía al musical original se respetaba y se trasladaba con pulcritud a la pantalla grande, merito de la dupla Jerome Robbins-Robert Wise, dejando escenas de gran amplitud dancisitica, encanto y un aura teatral elevada por sets que se compenetraba genialmente.

La maestría de cada área involucrada redituó en multitud de reconocimientos y un lugar en la lista de clásicos de todos los tiempos, West Side Story regresa a la palestra 60 años más tarde bajo la dirección del también legendario Steven Spielberg, quien no solo hace aún más espectacular la puesta en escena aprovechando los avances tecnológicos sino que profundiza de manera magistral el mensaje social antixenofobia que en pleno 2021 continúa con fuerza.

Replicando en mayor medida los números, Spielberg hace cambios en el orden, circunstancia y lugar de algunos de los mismos con el fin de imprimir su propio estilo. El director que ha dejado huella en cada género, le da mayor dinamismo a las escenas, las dota de brillo a través de un destacado manejo cinematográfico, además de lograr mayor impacto en cada una de los señalamientos que el material origen hace a lo ridículos de los enfrentamientos derivados del idioma u origen.

Consulta más reseñas en criticinema.com

El director de fotografía, Janusz Kaminski, no se deja nada en el tintero, ya que en cada secuencia de baile imprime un dinamismo y belleza estética que recuerda a cintas como Caballo de Guerra o Indiana Jones. Cada vez que los personajes cantan y bailan, Kaminski logra que sus imágenes se complementen a la perfección con la música de Leonard Bernstein, así como con las geniales pero mordaces letras de Stephen Sondheim.

Además de la parte técnica, el vestuario magnífica lo mostrado en la película original. Para ello, cada pieza de ropa se complementa con la iluminación, las locaciones y los respectivos números, a la altura de los mejores musicales del cine.

El cineasta también destaca con una correcta dirección de su casting, mismo que le retribuye con un excelente desempeño. Rachel Zegler le da una inocencia convincente a su María; Ariana DeBose deslumbra con su carisma y presencia en una Anita más poderosa; David Álvarez hace una excelente interpretación como un Bernardo de mayor presencia; Rita Moreno (la Anita original) da otro enfoque al personaje de Doc a través de Valentina, quien con sus diálogos ayuda a dejar con mayor fuerza el mensaje de unión entre personas sin importar su condición racial. En cuanto a Ansel Elgort, hace una labor adecuada sin llegar a brillar como Tony.

Conclusión

Amor Sin Barreras de Steven Spielberg es una experiencia cinematográfica de altura que brilla con luz propia, demostrando que los remakes pueden estar al nivel, respetando la esencia de su material base pero con su toque, mejorando en lo técnico y proponiendo nuevos enfoques que siempre son bienvenidos.

Sobre el autor