Uncharted: Fuera del mapa – reseña

Una aventura que se queda a mitad de la gloria

En 2007, Naughty Dog sacudía el mercado con un título que traía la emoción de Lara Croft en Tomb Raider, la audacia de Indiana Jones y plasmaba con las dinámicas de videojuegos una manera diferente de encarnar un caza recompensas. Uncharted, con su carismático y sarcástico protagonista Nathan Drake, conquistaba a las masas a tal punto que cuatro juegos más llegaron, logrando mejoras paulatinas en lo visual, en la construcción de misiones y progresivamente, hicieron del estudio liderado por Neil Druckmann en una garantía de experiencias bastante cercanas al espectro cinematográfico.

Siendo una de las franquicias más populares del medio, contando con el apoyo de Sony e incluyendo un cast de nombres mediáticos como Tom Holland, la adaptación a pantalla grande llega a salas de cines buscando el tesoro del éxito y un lugar como ejemplo emblemático del género de aventura.

Nathan Drake (Tom Holland) en su primera aventura como cazatesoros con su ingenioso compañero Victor “Sully” Sullivan (Mark Wahlberg). En una aventura de acción que se extiende por todo el mundo, ambos se embarcan en una peligrosa búsqueda de “el mayor tesoro nunca antes encontrado” al tiempo que rastrean las claves que les podrían conducir al hermano de Nathan, perdido hace ya mucho tiempo.

Con amplia experiencia en películas que combinan la acción con humor, Ruben Fleischer (Zombieland, Venom) dirige de manera práctica la mayor parte de las secuencias, logrando que algunas de ellas logren emocionar a fans y público general, ya que para los primeros tanto guiños a la franquicia completa como un centro narrativo sustentado por el cuarto título de lo creado por Naughty Dog golpean fuerte en la nostalgia. Para los segundos, hay un ritmo ágil que consigue generar algo de tensión.

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La cinta traduce de la mejor manera el formato de videojuego cinematográfico. Esto puede ser un arma de doble filo, ya que en lo positivo la adrenalina de las escenas de acción es efectiva. En lo negativo, el público que no esté familiarizado por material de origen o que no conecte con el esquema «cinemática, tiempo de juego» puede aburrirse en los momentos de diálogos, análisis de las pistas a encontrar o momentos de drama.

Lo más irregular de la dirección es justamente lo actoral, ya que Fleischer no evita que haya cierta sensación de lucha de egos o poca química entre los principales. Por su parte, Tom Holland trabaja duro para salirse del papel del Spiderman del UCM implementando un humor más sarcástico, acrobacias bien ejecutadas (que es quizá su mejor momento en la cinta) y diálogos que envuelven el bagaje del personaje del videojuego, cometiendo los mismos excesos de ingenuidad, de torpeza (misma que sirve para que los conflictos continúen) y de bastante ayuda de un guión que puede justificar bastantes licencias de realismo.

Mark Walhberg, por otro lado, imprime cierta claridad que es opacada por una historia que se va a la segura. Pese a su interacción con el protagonista, su versión de Sully no se posiciona como mentor o figura paterna de Drake, planteando un dilema en el personaje que jamás se percibe como fuerte.

Resulta acertada la construcción del vínculo de Nathan con su hermano, siendo este último un motor bastante sólido para el desarrollo de la trama. En ese sentido, las reglas planteadas en el filme, aunque rotas por momentos de manera exagerada, funcionan para la dinámica y para hacer avanzar la trama.

La música, los vestuarios y la personalidad de la versión de Chloe Frazer interpretada por Sophia Ali son elementos que agradecerán los fans enormemente, en un fanservice que cuando está bien ejecutado da otro sabor a la experiencia.

Por último, las escenas post créditos representan la entrada ya del Drake clásico, el resultado de un desarrollo quizá accidentado pero un tanto necesario para potenciales secuelas que puedan mejorar y arriesgar respecto a una historia sencilla.

Conclusión

Uncharted: Fuera del Mapa es una cinta que cumple con el propósito de entretener, sin caer en el desastre que han sido las adaptaciones de videojuegos al cine. Con mucho potencial aún por aprovechar, el futuro de una de las franquicias estrellas de la alianza Naughty Dog-PlayStation es prometedor y quizá en la siguiente oportunidad puedan llevarse el ansiado tesoro de ser referente del género de aventura.

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