La pesadilla que trae consigo el sueño de la fama
Desde que Ryan Murphy se abrió paso al mundo del entretenimiento en 1999, nos ha dado varias series televisivas como Glee, American Horror Story y Pose. Sus productos se han distinguido por tener un discurso excéntrico, provocador, y siempre con un reclamo social en defensa de los grupos minoritarios, los cuales se basan en sus propias experiencias. En colaboración con Ian Brennan, quien ya había trabajado con Murphy en Scream Queens, nos traen Hollywood, su segunda serie original para Netflix.
La miniserie nos sitúa en un Hollywood posterior a la Segunda Guerra Mundial, y nos cuenta la historia de un grupo de personas que aspiran a pertenecer al mundo del cine, pero conforme se van haciendo un lugar dentro de esta industria, irán descubriendo que el mundo del espectáculo posee un oscuro trasfondo. Dicha malignidad que subyace tras el glamour y la opulencia, se forma a base de peticiones sexuales, misoginia, racismo, homofobia, y discriminación hacia todo lo que no vaya acorde con la heteronorma.
El objetivo de Hollywood es arremeter sin piedad a los grupos de poder conservadores, que por mucho tiempo han dictaminado la cultura en nuestra sociedad.
La primera señalización que podemos ver es hacia las actitudes depredadoras para ascender de jerarquía dentro del mundo artístico. Este tema nos lo plantean con la historia de Jack Castello (David Corenswet), un veterano de guerra que aspira a convertirse en actor, pero ve las oportunidades de convertirse en estrella cada vez más complicadas. Finalmente logra hacerse un espacio al descubrir que el sexo es una llave para abrir las puertas que encaminan a la fama, Jack se verá en un dilema moral en donde debe decidir qué es más importante: su familia o sus anhelos.
Después está la crítica racial con el caso de Camille Washington (Laura Harrier), una actriz de tez negra, cuyo talento se ve ofuscado por los prejuicios que la gente tiene hacia la gente afroamericana, pues los medios han impuesto a las mujeres blancas como la máxima representación de belleza, talento y carisma.
La inclusión LGBT es abordada a través de Richard Samuels (Joe Mantello), Rock Hudson (Jake Picking) y Archie Coleman (Jeremy Pope). Hombres cuya vida pública y privada se ve frustrada a consecuencia de que su orientación sexual es mal vista ante la opinión pública y cómo esta puede llegar a perjudicar sus carreras profesionales.
También está la protesta hacia la falta de apoyo al talento emergente con el personaje de Raymond Ainsley (Darren Criss), un joven deseoso de convertirse en director cinematográfico y que sueña con llevar historias diferentes y transgresoras a las pantallas de los cines estadounidenses.
Finalmente tenemos Ellen Kincaid (Holland Taylor) y Avis Amberg (Patti LuPone), mujeres trabajadoras de edad mayor que deben hacer frente a las dificultades laborales de un gremio controlado en su mayoría por hombres que dudan de sus capacidades, pues creen que no son buenas tomando decisiones beneficiosas para el negocio del cine por el simple hecho de ser mujeres.
A pesar de que la serie aborda temas espinosos, la serie logra llevar un ritmo energético y optimista que todo el tiempo se tiene la sensación de que estamos viendo una especie de cuento de hadas.
Las interpretaciones
Las actuaciones son en su mayoría son buenas. David Corenswet, siendo el actor principal, logra transmitir exitosamente su galanura del Hollywood clásico, lo cual hace que empaticemos automáticamente con Jack. Samara Weaving en el personaje de Claire Wood da una esencia similar a la que nos dió previamente Emma Roberts en American Horror Story: Coven y Scream Queens: la rubia berrinchuda y prepotente que se siente centro y dueña del universo. Sin embargo, las interpretaciones dadas por Roberts en los programas previos terminan ganando al trabajo de Weaving. Sin lugar a dudas, el gran descubrimiento dentro del elenco juvenil es Jeremy Pope, quien es su primera vez trabajando con Ryan Murphy y logra transferir su entendimiento y compromiso con el personaje de Archie frente a la cámara, siendo junto con Laura Harrier quienes dan a los personajes más aspiracionales dentro de la historia.
El elenco conformado por actores mayores es aún mejor. Patti LuPone irradia ferocidad, elegancia y diversión. Su personaje rinde tributo a las mujeres que se atreven a salir de su zona de confort y demuestran ser mucho más que una esposa trofeo. Holland Taylor también está fantástica, pues retrata a una mujer con estilo que es excelente en su trabajo, y sin embargo, eso le ha costado una vida solitaria. El personaje de Taylor muestra que no se necesita ser joven para encontrar el amor, y tampoco se requiere sacrificar la vida romántica para tener una carrera exitosa.
Dylan McDermott como el proxeneta Ernest West provee una versión atípica de lo que viene siendo el dueño de una red de prostitución, pues lejos de ser una persona avara, termina siendo la figura paterna de los protagonistas juveniles.
Jim Parsons, por su parte, nos da a un Henry Willson que recuerda mucho a Sheldon Cooper, por lo cual las capacidades histriónicas de Parsons se ven opacadas a comparación de sus coestrellas. Sin embargo, es este personaje el que nos brinda la perspectiva más bizarra e infame de Hollywood, por lo que Parsons sirve de figura antagónica para la serie. A pesar de que Parsons no logra todavía separarse de su trabajo en The Big Bang Theory, logra brindarle a este nuevo rol la vileza suficiente para aborrecerlo.
Enlace entre lo real y lo ficticio
La serie incluye tanto en su reparto principal como secundario a personas reales, tal es el caso de Rock Hudson, uno de los actores más influyentes de la época dorada de Hollywood, manteniendo su homosexualidad en secreto y falleciendo en 1985 por complicaciones de VIH. Murphy y Brennan nos dan una versión de lo que les hubiera gustado que fuera la vida de Hudson, un hombre viviendo libremente su sexualidad y amando pública y felizmente a su pareja.
También abordan un poco la biografía de Anna May Wong (Michelle Krusiec) y Hattie McDaniel (Queen Latifah), dos actrices que sufrieron el rechazo de los estudios cinematográficos por no ser de raza aria. Aunque es poco lo que vemos de ellas, nos dan una idea de cómo eran y el dolor que padecieron. McDaniel, quien en 1940 se convertiría en la primera actriz negra en ganar un Oscar, sirve de guía y consejera de Camille para ayudarla a sobrellevar la abrumación que trae consigo la fama.
Conclusión
Hollywood nos dice que la industria del cine no le pertenece únicamente a hombres blancos heterosexuales, también es de la gente de color, homosexuales, mujeres y todas las demás etnias existentes sobre la tierra. Es una serie que da para ser una historia mucho más oscura y bizarra, pero Murphy y Brennan optan por darle un tono mucho más esperanzador.
El último capítulo se siente casi como una balada, porque a pesar de que durante todos los episodios tratan sobre la corrupción detrás de la realización de una película, el final también habla acerca de cómo una película puede cambiar la forma en la que se mueve y piensa una sociedad.
Sobre el autor
Ficha Técnica
- Creadores: Ian Brennan, Ryan Murphy
- Elenco: David Corenswet, Darren Criss, Laura Harrier, Samara Weaving yJeremy Pope