Botero

Vida y obra de un artista.

En la historia del arte moderno hay nombres que han dejado huella a su paso por el mundo. Desde el surrealista Salvador Dalí, pasando por el cubista Pablo Picasso, el arte pop de Andy Warhol hasta el Neo expresionismo de Jean Michel Basquiat y el abstracto de Jackson Pollock, entre otros.

En medio de estas corrientes y de autores brillantes, nació en Medellín en el año de 1932 un colombiano que fue rechazado inicialmente en el mundo del arte hasta que su estilo figurativo reflejado en sus obras, ya sean sus pinturas o sus esculturas, lo hizo un representante importante del arte con la corriente que lleva su apellido, el boterismo.

Es así como Fernando Botero, en medio del auge del arte moderno y contemporáneo, ha dejado su huella en los círculos del arte internacional, convirtiéndose en uno de los más reconocidos artistas vivientes de nuestra época. Pero ¿quién es en verdad Botero?

Lo interesante de esta pieza documental del director canadiense Don Millar, es justamente que podemos ver todo lo que detrás del artista y lo vuelve más humano, más alcanzable. Mediante testimonios suyos y de su familia, además de la gente que le gusta o disgusta su trabajo, se va proyectando como un óleo los pincelazos de verdad acerca de la persona que hay detrás del reconocido pintor y escultor.

Y es que gracias a la idea conjunta de Lina Botero Zea, una de las hijas del artista que además funge como una de las productoras ejecutivas del documental, conjunta a la visión de Millar, podemos ver la historia de Botero como nunca se ha hecho, ahondando en aspectos de su vida personal, su formación y su lucha por hacer el arte tal cual lo percibe y siente.

Esta pieza documental sirve para ver el lado amargo pero a la vez poético de una vida no del todo sencilla que llevó a Botero a ser quien es ahora. Saber detalles de su infancia, su adolescencia, las vivencias duras que tuvo que pasar en su juventud y cómo todo eso sirvió de influencia para crear su visión y su arte es un deleite para todos los que conocen o les apasiona su creación artística.

Inclusive se puede ver el alcance de su obra, la importancia de Botero como artista en el presente y cómo su familia resulta un pilar importante en todo lo que hace. Como Lina Botero expresa, este filme documental es una manera de acercar y extender el legado de su padre a su público y a la gente.

En el viaje de sus memorias y anécdotas nos vamos encontrando el alma de un pintor y escultor que poco a poco va formando su legado, cual si fuera una de sus esculturas famosas, como el Gran Pájaro o el Romano, para trascender no sólo las fronteras impuestas por su estilo artístico sino también las del mundo, llegando a ser reconocido en lugares desde Nueva York hasta China.

Grabado en el transcurso de 19 meses en locaciones de 9 países diferentes, la misión de este documental funciona, mostrándonos un lado del boterismo que pocos sabían o aprecian, dándonos a conocer los altibajos de la vida de un artista que, en la actualidad es uno de los más queridos y aplaudidos en el mundo.

Así, esta pieza de Don Millar, cumple con creces la función de mostrarnos parte de este legado, de ese colombiano que bien ha reflejado la belleza del cuerpo humano y la naturaleza como la crueldad de la guerra sin dejar de ser fiel a su estilo, de ese artista que ha logrado consagrarse y tener un museo con su nombre, pero sobre todo, de ampliar ese legado de lo que es la vida y obra de Fernando Botero, pintor, escultor, padre, hijo y figura, que seguramente formará parte de los anales de la historia del arte junto a los grandes nombres del siglo 20.

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