Ellas hablan – Reseña

Escuchar a quienes hablan para encontrar los nuevos caminos sociales

Existe, aunque no se admita o se enfrente, un sistema patriarcal en la sociedad. Pero así como la autoridad del hombre persiste, el feminismo como movimiento social constantemente lo cuestiona de diversas formas. En la actualidad, los problemas éticos de esta disputa han sido la pauta para que no sólo las mujeres, sino otras minorías silenciadas alcen la voz y rompan el doloroso silencio que les ha aquejado con el afán no sólo de ser escuchadas, sino de cambiar los modelos establecidos hacia algo mucho más equitativo para todos y abrir el tan necesitado diálogo para ir de los ideales a las acciones. Ellas Hablan, cinta nominada al Óscar como Mejor Película del año, se suma a esta discusión de manera interesante. 

“Lo que sigue es un acto de imaginación femenina”, con esa poderosa frase como introducción reflexiva, se da inicio el relato que estamos a punto de vivir donde Sarah Polley, adaptando la novela de Miriam Toews, nos introduce en una colonia de mujeres que experimentan y toleran hasta el cansancio todo tipo de atrocidades cometidas por los hombres en sus vidas, mismos que tienen un trato aparte al de ellas y, al parecer, hacen lo que les plazca sin recibir castigo alguno. Después de atrapar a uno de ellos por una violación, las damas se reúnen en una granja para determinar la posible solución a su problema, teniendo solamente tres opciones: no hacer nada, quedarse a pelear o irse.

En su cuarto largometraje, la actriz y realizadora canadiense muestra un oficio interesante no sólo por continuar explorando esos universos femeninos que le caracterizan en su obra. Aquí, Polley trabaja con la reconciliación entre la fe y la realidad dura que viven sus protagonistas, específicamente quienes están en el concilio que tomará la decisión final, Ona (Rooney Mara), Salome (Claire Foy) y Mariche (Jessie Buckley). A través de la discusión, podemos ver las diferentes caras del feminismo que batallan por tener el mejor concilio posible mientras uno es testigo de sus anécdotas y los dilemas, las desigualdades y difíciles momentos que viven. 

De alguna manera, el espectador toma el lugar de August (Ben Whishaw), maestro de la comunidad, quien toma nota para hacer la minuta de esta reunión de la manera más neutral posible y que, al ser partícipe del mal que las aqueja, ofrece algunos puntos de vista interesantes que se complementan con los de ellas.. Pero son las diversas protagonistas del relato, de todas edades y con diferentes visiones del mundo, nos plantean sin mostrar realmente nada toda esa oscuridad y crudeza de la violencia que las rodea, convirtiendo esta pequeña junta para decidir su destino en ese acto de resistencia (o hasta supervivencia) que necesitaban. 

Casi como un acto teatral, el filme depende enteramente de los diálogos, mismos que conllevan una fuerza e intención en cada instante, reflejan el miedo, la ira, la calma y la búsqueda de algo mejor en las vidas de estas mujeres que están dispuestas a sacrificar su fe (o su entrada al Cielo) con tal de decir “no más”. También, su atmósfera resulta un tanto apabullante pues en el transcurso de este concilio se revela una actualidad inquietante que es capaz de helar la sangre de cualquier espectador, abriendo las heridas de una sociedad patriarcal incapaz de cambiar sus modelos por mucho tiempo, siendo esta una de las revelaciones más cruentas del relato.

Ese horror social se exalta aún más al saber que la historia, originalmente escrita por la novelista Toews, se basa en un terrible caso de violaciones en masa suscitado en una comunidad menonita de Bolivia. Esos ecos de realidad hacen que la historia, en esta adaptación de Polley, adquiera una relevancia brutal en la voz narrativa de Autje (Kate Hallett), quien hace un recuento de esto hacia una nueva generación que tiene la esperanzadora posibilidad de crecer alejada de esas cuestiones. Es en la falta de detalles hacia los hombres que resalta la visión femenina del relato, creando un espectro realista del problema, pues es la mirada patriarcal la que se cierne como cierto antagonista. Sin embargo, la cineasta canadiense muestra todo en una nota no de desesperanza, sino con miras a construir un mejor mañana.

Algo de lo más destacado en el filme es la fotografía minimalista de Luc Montpellier, que vuelve a trabajar con Polley después de Lejos de Ella (2006), dándole un toque muy ínitmo a esas charlas y discusiones, jugando siempre con colores un tanto opacos y en el que el azul y el amarillo contrastan de buena forma entre lo bello y lo triste. Otro factor que funciona de maravilla es la música compuesta por la ganadora del Óscar y el Emmy, Hildur Guonadottir (Guasón, 2019; Chernobyl, 2019), que aquí luce como excelente acompañamiento a esas discusiones entre ellas, dándole una emotividad  y fuerza a esas confesiones.

Pero el verdadero corazón del filme radica en las interpretaciones de Foy, Mara y Buckley, que llevan a un nivel extraordinario este debate ético y moral que raya en lo intelectual. Ver esas contraposiciones nos remite a, por ejemplo, la eterna pero interesante deliberación acerca de la culpabilidad o inocencia de 12 Hombres en Pugna (Lumet, 1957). La conjunción entre el material escrito y sus respectivas personalidades hacen que su talento floresca a favor de este relato tan polémico como difícil. La abusada Mariche (Buckley) es la que vive azotada por el abuso de su esposo sin poder atreverse a nada. Salome (Foy) es la voz de la ira, la impotencia y el desdén por los hombres y sus actos. Ona (Mara) es la más abierta, la conciliadora a pesar de los actos vividos.

Trailer oficial de Ellas hablan / Universal Pictures México

Ellas, junto a sus compañeras de oficio, por breves o diversas que sean sus palabras o posturas, ofrecen el gran panorama de esta discusión hecha cinta, demostrando que el poder de las palabras trasciende cuando se quedan en la mente, incitan a la reflexión y, sobre todo, motivan a un diálogo necesario. Sin tanto espectáculo o fanfarrias, Sarah Polley demuestra con Ellas Hablan que, a diferencia de otros relatos post Me Too, no sólo es hablar de una postura, es buscar escuchar a quienes hablan para encontrar los nuevos caminos sociales que tanto son necesarios. 

Sobre el autor

Ficha técnica

  • Título original:Women talking
  • Dirección: Sarah Polley
  • Guion: Sarah Polley, Miriam Toews
  • Reparto: Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley
  • Duración: 104 min.
  • País: EE.UU.
  • Año: 2022