Angeles de Charlie

Cuando las alas nos dan para volar

Charlie’s Angels es una película de acción estelarizada por Kristen Stewart, Naomi Scott y Ella Balinska. Asimismo, la cinta es escrita, dirigida, producida y co-protagonizada por Elizabeth Banks. A diferencia de lo que muchos podrían llegar a creer, no se trata de un remake de la serie de los 70’s ni de las películas de los años 2000, sino una continuación del canon televisivo y cinematográfico creado originalmente por los guionistas Ivan Goff y Ben Roberts.

El filme cuenta la historia de un trío de mujeres que laboran para una agencia internacional de detectives que denomina a sus espías como “ángeles”, y su misión consiste en detener una tecnología llamada Calisto, cuyo nivel de letalidad podría representar un peligro para la humanidad si cae en las manos equivocadas. El discurso al que Charlie’s Angels intenta hacer reflexión es claro desde el primer minuto y no se anda con indirectas: el empoderamiento femenino. La primer escena abre con Kristen Stewart diciendo “las mujeres somos capaces hacer lo que sea”, a lo que un hombre le responde “solo porque puedan hacer lo que sea no significa que deban hacerlo”. Entonces, es una película de espías que intentan salvar al mundo y al mismo tiempo luchan en contra del despotismo accionado por hombres, particularmente en el trabajo.

En múltiples entrevistas, Elizabeth Banks declaró que su intención con esta película era celebrar el desempeño de las mujeres en sus campos laborales, e invitar a más hombres a que vean cine dirigido por ellas. ¿Lo logró? La respuesta es: No. El largometraje apenas superó su presupuesto de 55 millones de dólares, recaudando a nivel global la modesta cantidad de 73 millones. Tomando eso en cuenta, obviamente algo no salió del todo bien.

La primer falla es el concepto de la película en sí misma. Se nota que una de las intenciones de llevar Charlie’s Angels nuevamente a la pantalla grande, era que las audiencias más jóvenes (en este caso los millennials) se familiarizan con la franquicia, una que nadie pidió que trajeran de vuelta porque el público que más consume cine de acción ni siquiera está familiarizado con la serie original. A esto hay que sumarle que la meca del cine Hollywoodense ya cuenta con otros títulos que experimentan con el género de superhéroes y acción, como Wonder Woman (2018) o Captain Marvel (2019).

En segunda, las escenas de acción resultan desabridas. Hay que tomar en cuenta que previo a esta película, Elizabeth Banks solamente había estado una vez en la silla de directora, cuando Pitch Perfect 2 (2015) arribó en cines, por lo que está es su primera película de acción. Aún así, resulta un tanto decepcionante, pues la cinematografía corrió a cargo de Bill Pope, que nos ha traído títulos como The Matrix (1999), Baby Driver (2017) y Alita: Battle Angel (2019). Las secuencias resultan tan aburridas que es difícil saber en qué momento empezaron y terminaron los golpes.

El tercer error, y tal vez el más importante, es cómo el filme aborda su tesis. La cinta se centra tanto en demostrar la perfección de sus personajes femeninos, que se pierde completamente en el intento de dar un retrato digno al empoderamiento femenino. Uno de los múltiples discursos que el feminismo trata de explicar, es que las mujeres deben y merecen tener reconocimiento sobre sus capacidades y derechos en igual proporción a los hombres. El problema es que todos los personajes masculinos son ilógica e irracionalmente malvados o estúpidos (o ambos), por ende, ninguno representa una amenaza real para las protagonistas, lo cual afecta su profundidad como personajes, ya que nunca vemos más a fondo su contexto salvo que son buenas dando puñetazos y patadas. Entonces, ¿dónde queda el discurso de empoderamiento si no hay realmente una adversidad que superar? La agenda de género en esta cinta se divide en mujeres brillantes luchando contra hombres estúpidos, más no peligrosos.

Las intenciones de Elizabeth Banks son apreciables y ciertamente merecen el apoyo del público y los medios, el problema es que su idea de feminismo es demasiado mainstream, raspando únicamente la superficie sin tomarse la molestia de explorar la sustancia real. Pero parece ser que el fracaso de la cinta solamente reforzó las ideas que ya tenía, pues declaró que la escasa cantidad de dinero recaudada en taquilla se debió a un acto de sexismo que demuestra un supuesto rechazo por parte de los hombres a ver el trabajo de directoras. Creo que las causas no van por ahí, creo que se debió a una poca efusividad por parte tanto de hombres como de mujeres por una película moderadamente entretenida.

En el lado positivo, el personaje de Kristen Stewart es el pilar más fuerte. Después de haber sido la estrella de una saga de vampiros adolescentes de calidad cuestionable, Stewart decidió poner a prueba sus cualidades histriónicas en el cine independiente. Ahora, la vemos en una película de acción donde sirve como el alivio cómico, y lo logra, porque se ve a una intérprete sumamente carismática, cosa que muchos no creían posible. Naomi Scott y Ella Balinska tampoco están mal, pues al igual que Stewart dan actuaciones y presencia en pantalla lo suficientemente efectivas para que la película no se derrumbe.

Conclusión

Charlie’s Angels es una película entretenida a secas, cuyos mayores tropiezos van más encaminados en un mal desarrollo de historia y de discurso, con actuaciones que si bien no son formidables tampoco son lo peor que veremos en el año. Elizabeth Banks, por su parte, es una actriz talentosa que nos ha dado personajes formidables, como Effie Trinket en la franquicia de The Hunger Games, pero su talento es subestimado por la poca selectividad con la que elige sus películas. Ojalá redima ese camino cuando la veamos en Mrs. America, en donde comparte pantalla con Cate Blanchett. Es el tipo de cinta que vemos en un domingo por la tarde para matar el tiempo, y como ahora todos los días son domingo no pasará gran cosa por invertirle dos horas de cuarentena, habrá más tiempo después para ver mejores filmes.

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