El tiempo del Armagedón – reseña

El sin sentido de la vida

Un retrato íntimo del verdadero Armagedon, la lucha contra uno mismo, la noción de lo correcto e incorrecto. Cuando un director de cine decide contar fragmentos de su vida la pregunta es; ¿Desde qué ángulo? Cuarón decidió hacerlo desde los ojos de Cleo en Roma, Spielberg nos sumergió en el seno de su familia con Los Fabelman o Iñárritu, qué a través de un viaje surrealista nos contó su intimidad en su paso de una cultura a otra en Bardo.

En este caso James Gray nos cuenta su pasado a través de su niñez, la incertidumbre que esto representa y el sentimiento de no pertenencia que existe en ocasiones dentro del propio núcleo familiar.

Paul Graff es un niño blanco de Queens que entabla una amistad con Johny, un niño afroamericano que a diferencia de él vive en una situación de carencias. La amistad entre ambos niños se verá frustrada por los pensamientos racistas tanto de los padres de Paul como del entorno en el que viven.

Lo mejor de la cinta es sin duda los momentos entre el abuelo (Anthony Hopkins) y su nieto Paul (Banks Repeta). Se puede apreciar la riqueza de los diálogos y la interacción entre ambos actores se siente bastante real y única. Hopkins demuestra que cualquier papel aún siendo tan sólo incidental puede ser el corazón del relato; y en efecto, lo es. Su personaje es la guía moral en todo momento siendo el único que no juzga la amistad de ambos niños apelando en todo momento a lo correcto.

El diseño de producción es modesto, bien trabajado e íntimo, no explora más allá de la casa de Paul y la escuela sirviendo como metáfora de la cotidianidad del personaje principal y como creció tan sólo con enseñanzas de su abuelo, viendo cine y escuchando música de The Clash (la cuál es recurrente en toda momento).

El ritmo es fluido, sin embargo cuando la película termina existe una cierta sensación de que no hubo una evolución en los personajes, como si algo faltó al final. Si bien hubo grandes escenas como el cambio de escuela de Paul, los conflictos con su padre y una escena climática con ambos niños metiéndose en problemas al intentar huir de sus familias no hay una historia tan fuerte de seguir.

Si hubiera una palabra para definir todo sería «el sin sentido de la vida», Paul sólo existe, vive al momento y cuando sus decisiones personales alteran la ideología de su familia busca escapar de eso sin embargo es hasta los últimos minutos de la cinta que se percata de una realidad, su vida a pesar de las dificultades tiene muchos más privilegios que la de Johny.

El Armagedon es esa lucha que todos tenemos contra nosotros mismos. Cuando la figura del abuelo deja de estar presente es cuando Paul comienza a comprender por sí mismo la noción de lo correcto e incorrecto, la injusticia de un mundo en el que el racismo sigue presente, en el que los privilegios están sólo en algunas familias, esto marcado estupendamente por el director con la aparición de personajes como la hermana de Trump o el expresidente Ronald Reagan.

Ésta es una historia de contrastes que termina de manera agridulce, Paul no pretende ser un mal niño pero las situaciones y el contexto lo dejan como un antagonista para la audiencia, el miedo al rechazo de su propia familia lo vuelve en contra sus ideales dejando prácticamente de lado su amistad con Johny en un limbo en el que la audiencia nunca sabrá si se terminó o no.

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